Por Alex Molina / info@eurohoops.net
BELGRADO – El Real Madrid se ha convertido en el segundo finalista de la Euroliga tras superar al Barça por 83-86. Tras seis derrotas consecutivas ante los azulgranas, el Real Madrid ha superado al eterno rival en el escenario más importante. A pesar de las múltiples adversidades, los de Pablo Laso han vuelto a demostrar que son un equipo siempre a tener en cuenta y han incluso logrado contener la exhibición antológica de Mirotic, que ha demostrado su condición de MVP.
El alto nivel anotador de la final ha comenzado con el salto inicial y dos hombres empezaron a destacar ya desde un buen inicio. Yabusele -10 puntos en el primer cuarto- y Mirotic -7 puntos y 12 de valoración- marcaron el ritmo en sus respectivos equipos, pero solamente uno lo pudo aguantar. La exhibición del montenegrino fue de principio a fin, de cabo a rabo. 19 de valoración al descanso, 39 con el pitido final. Números de MVP y cuando más importan, el argumento más usado por sus críticos. Pero obviamente el montenegrino no estuvo solo, ya que un +11 en la semifinal de una Final Four no podía ser cosa de uno solo. Laprovittola no tardó en sumarse a la fiesta y también lo hizo Davies, con el que hasta ahora es mate de la Final Four.
Pero si algo nos ha enseñado el Real Madrid de Pablo Laso es que nunca hay que darles por muertos. Con Abalde y Causeur a la cabeza, los blancos firmaron un impresionante 11-26 en el tercer cuarto, esfumando cualquier ventaja azulgrana e incluso dándoles la ventaja en un partido que iba camino de quedar sentenciado. Enésima demostración de carácter del Real Madrid, que hace unas semanas parecía que pasaba por el peor momento de la era Laso y hoy ha vuelto a demostrar que nada de eso. Ni las bajas, ni las lesiones, ni no ser el favorito. Hace falta mucho más.
El último cuarto fue un quiero y no puedo constante del Barça, que encomendándose a Mirotic lo intentó todo para volver a entrar al partido. Pero ahí estaban Sergio Llull, que a pesar de no tener los mejores porcentajes, siempre encontraba la forma de castigar una y otra vez la defensa culé, y Causeur, neutralizando la inspiración de Lapro. El intercambio constante de golpes nos deparó irremediablemente un final a cara o cruz, con el menorquín y Yabusele poniendo el 83-86 final desde el tiro libre.
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