Por Aris Barkas / barkas@eurohoops.net
BELGRADO – Era una tradición que se interrumpió durante dos temporadas debido a la COVID, pero este año se volvió a celebrar la reunión no oficial de Jordi Bertomeu con miembros seleccionados de la prensa, incluido Eurohoops.
Sin embargo, todavía no se ha respondido a la pregunta más importante: cuál será su futuro y quién será el nuevo CEO de la Euroliga. Si bien ya se tomó una decisión tras la votación entre los clubes-accionistas de la EuroLeague para sustituir a Bertomeu al final de la temporada, aclaró que no tiene ninguna información oficial sobre su posible sucesor, ni sobre su despido. Así que sigue trabajando con normalidad.
“Estoy muy tranquilo, aceptaré su decisión“, dijo, añadiendo para los clubes que “lo más importante es la competición, no yo“.
No es un secreto que los seis clubes que votaron en contra, entre ellos el CSKA, están en proceso de búsqueda de su sustituto. Por otro lado, los otros cinco clubes pueden no haber aceptado aún un futuro sin él, pero el voto mayoritario ha hablado. Se espera un cambio de guardia, pero a casi un mes del 30 de junio, fecha en la que Bertomeu debería ser destituido, nadie sabe quién le sucederá.
Mientras tanto, la Euroliga ha producido esta temporada un crecimiento del 12% en el negocio y un 22% de interés en la audiencia, mientras se prepara una nueva versión de la normativa del Fairplay financiero, que incluirá un modelo de tope salarial con el objetivo de que el 60-65% de los presupuestos de los clubes se destinen a salarios.
Se trata de un cambio respecto al objetivo inicial del 50% cuando se implantó la versión del Fairplay financiero de Euroliga allá por 2015. Según explicó Bertomeu, el objetivo tiene que cambiar debido a una dura realidad: “Ahora tenemos equipos, en los que el dinero gastado en salarios es del 150% sobre sus ingresos“.
Según Bertomeu, el presupuesto medio de la Euroliga es actualmente de 24 millones de euros, una cifra más alta que las estimaciones habituales. También es la primera vez que una cifra así sale de un cargo con autoridad, aunque se tratara de un almuerzo informal.
Esta cifra también puede descender la próxima temporada, porque se espera que la Euroliga no incluya al CSKA de Moscú en sus planes. Bertomeu admitió que esto es más que una posibilidad, sin embargo, se dará una paradoja ya que el CSKA probablemente seguirá siendo accionista con derecho a voto, estando su licencia en suspenso debido a la guerra en Ucrania. La palabra clave aquí es “fuerza mayor”.
Por lo demás, Bertomeu volvió a insistir en los nuevos mercados estratégicos para el crecimiento de la Euroliga siguen siendo Francia, Alemania, Reino Unido e Italia. También admitió que Estambul es un candidato para una próxima Final Four, ya que el Fenerbahçe quiere celebrar su centenario acogiendo el evento.
Y en cuanto a la EuroCup, el formato no va a cambiar y ya no hay intención de hacer contratos a largo plazo con los clubes. Según Jordi Bertomeu, la competición es sostenible por sí misma y no necesita ningún apoyo económico con los ingresos de la Euroliga.
El futuro de Bertomeu para la Euroliga y su propuesta a los clubes no ha cambiado. Incluye una liga de 18 ó 20 equipos que tendrán licencias a largo plazo, con clubes como el Mónaco que van moviéndose ya hacia esta dirección y que conseguirán sumarse si tienen la misma visión en el núcleo de la competición.
Pero la cuestión sigue siendo que Bertomeu puede no estar incluido en este futuro la próxima temporada y cree que en muchos temas los propios clubes no están de acuerdo. “Me decepciona que se haya perdido el consenso“, dijo, señalando el desacuerdo público por la votación sobre cómo se decidió la clasificación final de esta temporada.
“Durante 22 años hemos tenido sólo dos votaciones“, dijo, señalando el hecho de que esta temporada se han necesitado dos votaciones y se han decidido por un voto de diferencia.
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