Por Alex Molina / info@eurohoops.net
BELGRADO – El Real Madrid ha caído en la gran final de la Euroliga ante el Anadolu Efes por 57-58. Segundo título consecutivo para los de Ataman que con un brillante Micic y un inesperado e igualmente letal Pleiss han logrado remontar para hacerse con el trono continental.
La gran obsesión blanca (y de los demás diecisiete equipos de la Euroliga) fue contestada con altura. Pablo Laso apostó por la altura como antídoto a Larkin y Micic. Ya en el primer cuarto, coincidieron en pista Deck, Abalde, Yabusele, Taylor y Tavares. Toda una declaración de intenciones del Real Madrid al que le salió bien. Con una gran defensa y el mejor Tavares, los blancos se hicieron rápidamente con el control del partido.
Pero a pesar de la exhibición de Tavares (14 puntos y 11 rebotes), el Efes terminó solo un punto por debajo del Real Madrid tras el primer cuarto y por cinco al descanso. La mejor noticia posible para los turcos que gracias a Larkin y Micic (23 de los 29 puntos del Efes al entreacto) lograron de las cosas más buscadas en el baloncesto y sobre todo en las finales: no irse del partido incluso con la irrupción del inesperado Randolph.
Pero el paso por vestuarios no trajo cambio de tendencia. Los blancos seguían incluso aumentando la distancia y los turcos encomendándose a su dúo dinámico. Hablaba tanto Pablo Laso como sus jugadores que el Efes es mucho más que sus dos estrellas, y los actores secundarios tardaron en llegar. Pleiss fue clave para abrir la zona blanca y también anotando sus puntos, una aportación clave para que los de Ataman se marcharan tan solo dos puntos por abajo al final del tercer asalto.
Y tras muchos intentos, el Efes le dio la vuelta al asunto. Parcial de cinco puntos de salida para empezar el último cuarto y lo que es más importante, unir a aficionados turcos, buena parte de los griegos y catalanes presentes en el Stark Arena en la misión de no hacer campeón el Real Madrid. Con el viento a favor, el Efes siguió basando sus ataques en darle el balón a Micic (23 puntos), que el serbio creara algo y de no poder acabar él, buscar a Pleiss. Durante muchos minutos ese fue el plan de Ataman y le funcionó, con el alemán yéndose hasta los 19 puntos y 7 rebotes, convirtiéndose en el arma secreta perfecta. Suyo fue el 55-58 que le dio alas a los suyos para encarar los minutos finales y que terminó siendo decisivo, ya que el Real Madrid solamente se pudo acercar hasta el 57-58 final.
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