Por Eurohoops team / info@eurohoops.net
La última doble jornada del año llegaba con visitas incómodas, viajes largos y pocos puntos para el Real Madrid. Con bajos registros, los blancos ganaron en Múnich, pero no les sirvió en Kaunas, donde acabaron cayendo por 81-72.
La diferencia final no fue la real, pero el Zalgiris Kaunas dominó la recta final con claridad. Y no fueron los 47 de la temporada pasada, pero el Madrid volvió a acusar la falta de anotación. Sin fluidez y sin una buena cantidad de puntos, conquistar el Zalgirio Arena es muy complicado.
Pese a ello, los chicos de Chus Mateo habían logrado empatar el partido (66-66) a falta de cinco minutos para el final. En ese momento, con el partido en un puño, llegó una acción clave. Una falta en ataque de Edy Tavares tras un rebote ofensivo que los árbitros convirtieron en antideportiva sirvió para que el Zalgiris lograra un parcial de 8-0 que los madridistas no pudieron levantar.
El caboverdiano (8 puntos, 7 rebotes y 4 tapones) no pudo terminar su histórica noche, en la que se convirtió en máximo taponador histórico de la Euroliga, con una sonrisa. Los Brates lo intentaron, pero las actuaciones ofensivas de Dzanan Musa (22 puntos) y Mario Hezonja (17 puntos) echaron en falta ayuda.
Nadie había ganado en el Zalgirio Arena hasta las dos derrotas consecutivas frente a Panathinaikos y Efes, pero el buen rendimiento de los lituanos en casa es el que les está volviendo a dar esperanzas de playoffs. Los puntos de Keenan Evans (2o tantos), el liderazgo de Edgaras Ulanovas (19 puntos), el acierto en segundas oportunidades de Tyler Cavanaugh (15 puntos y 5 rebotes) y la actividad de Arnas Butkevicius (10 puntos y 7 rebotes) forjaron el triunfo verde.
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