Por Alex Molina / info@eurohoops.net
El Barça ha caído de la forma más cruel ante el Anadolu Efes por 80-75. La impresionante remontada del Barça en el último cuarto se quedó finalmente sin premio en un partido en el que el mal acierto exterior y un pésimo inicio de partido fueron unas losas demasiado pesadas para los azulgranas.
Si el primer cuarto del Barça no fue el peor de la temporada (y del lustro), poco le faltó. El que les habla no entiende mucho la defensa que planteó Jasikevicius, ya que los turcos no tenían ningún problema en iniciar absolutamente todos los ataques de la misma forma: balón a Micic (17 puntos y 27 de valoración) o Larkin (17 puntos y 5 rebotes), esperar el cambio defensivo al primer bloqueo, que uno de los dos se quede con un grande del Barça y a partir de ahí crear juego, con tanto los interiores como los exteriores poniéndose las botas. La defensa era pésima pero es que el ataque no se quedaba corto. Sin ideas, sin movimiento. Un desastre todo que ni siquiera cambiar a los cinco jugadores de golpe ni dos tiempos muertos en el primer cuarto pudieron arreglar, con 9-21 en el marcador al finalizar los primeros diez minutos.
A Jasikevicius no le quedó otra que cambiar la defensa. En el segundo cuarto, los interiores azulgranas ya no cambiaban directamente, pero la situación no mejoró ni delante ni atrás. Solamente Kalinic (9 puntos, 2 rebotes y 2 asistencias) sostenía al equipo en ataque y en defensa la herida seguía abierta. La ventaja turca llegó a ser de dieciséis con el 15-36, que se quedó en once gracias a la aparición del otro Nikola, Mirotic (15 puntos y 6 rebotes).
La primera mitad se cerró con la sensación de que el resultado era lo mejor. O que podía ser mucho peor, que viene siendo lo mismo. Todo el trabajo del segundo cuarto se tradujo en tan solo reducir la desventaja en un punto, mala señal. Tras el paso por vestuarios, los triples seguían sin entrar (7/26 al finalizar el partido) y los tiros libres sin llegar. La frustración en los jugadores culés era visible y más lo era en los aficionados, que se morían de ganas de entrar en acción. Pero lo único que llegó fueron los triples de Larkin, que apagaron al Palau y mandaron el partido a la nevera. El Barça es su víctima favorita y lo de hoy ha sido una prueba más de ello.
El último cuarto tuvo ciertos tintes de pachanga que indignaron a más de un aficionado culé. Tras dos triples seguidos de M’Baye y el posterior tiempo muerto de Jasikevicius (con 53-70 en el marcador) un notable número de aficionados del Barça aprovecharon para irse del Palau, y no era para menos. Pero se perdieron la única alegría del día para los culés. Dos triples seguidos de Da Silva (10 puntos) pusieron el 63-71, dos tiros libres de Cory Higgins (17 puntos y 26 de valoración) el 65-71. A seis puntos a falta de 3:26… algo impensable vistos los otros 36 minutos. El Barça llegó a ponerse a tan solo tres puntos con el 72-75 y después con el 75-78 pero ahí se quedó la cosa, con victoria para los visitantes de la forma más cruel e inesperada.
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