Por Alex Molina / info@eurohoops.net
El Barça ha iniciado su gira contra dos de los cuatro mejores equipos de la Euroliga con una derrota en el Pireo. 77-70 para el Olympiacos, que ha ido de menos a más para terminar llevándose el partido con solvencia ante los azulgrana.
Necesitaba el Barça un cuarto como el primero. El desastre en Zaragoza resucitó las dudas que el Barça se había encargado de disipar con las últimas victorias, por lo que los diez primeros minutos en el Pireo cayeron como agua de mayo. Sin meter una desde fuera, los azulgranas basaron su ataque en el juego interior. Nikola Mirotic (19 puntos y 7 rebotes) tenía ganas de reivindicarse ante el que tiene pinta que será su sucesor como MVP de la Euroliga, y el montenegrino se impuso claramente a Sasha Vezenkov en los primeros compases.
El 11-22 fue dos cosas: la máxima ventaja para el Barça y el inicio de la reacción local. Con la entrada de la segunda unidad, mucho más dinámica que los titulares, el Olympiacos encontró el ritmo y el acierto que no tuvo para darle la vuelta al marcador. Shaquille McKissic (16 puntos y 4 asistencias) fue el líder de esta revolución, anotando el triple que puso el 29-27 al final del primer tiempo.
Los triples azulgranas llegaron con el inicio de la segunda mitad. Nico Laprovittola (15 puntos) anotó dos seguidos y en su sexto intento por fin metió uno Nikola Kalinic (8 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias), pero la llegada del acierto exterior no era suficiente para que el Barça recobrara el mando del partido. A pesar de contar con dos de los tres mejores equipos de la competición, el encuentro era de todo menos vistoso, con la lucha y la intensidad imponiéndose a los puntos y la fluidez. Este panorama beneficiaba por completo a los locales, que con los griegos Papanikolaou (8 puntos 5 rebotes) y Larentzakis (14 puntos y 5 rebotes) sumando en todas partes, vieron como la ventaja seguía aumentando al finalizar el tercer cuarto (50-45).
El Olympiacos llevaba la voz cantante y los vientos soplaban a favor de los griegos… sin que su mejor jugador tuviera relevancia alguna. Pero cuando Sasha Vezenkov (13 puntos y 7 rebotes) apareció, lo hizo para asestar la puñalada que complicó muchísimo el partido a los azulgranas. El 70-63 a falta de dos minutos fue una losa demasiado pesada para el Barça, que convirtió el crunch time en un quiero y no puedo constante con el internacional búlgaro brillando con luz propia.