Por Alex Molina / info@eurohoops.net
El Barça ha cerrado la fase regular de la Euroliga con una clara victoria ante el Valencia Basket por 84-71. Los taronja se despiden de la Euroliga con un balance de 15-19, mientras que el Barça lo hace con un 23-11.
El protagonista principal de la primera mitad fue Álex Abrines. Homenajeado en los prolegómenos por llegar a los 500 partidos como azulgrana, el mallorquín dio un show triplista. Con un gran 5/7 en triples, Abrines enloqueció al Palau con lo que más le gusta al aficionado culé. Y es que la primera mitad del Barça fue de un altísimo nivel ofensivo, tanto en cantidad (51 puntos al descanso) como en calidad, logrando muchas oportunidades francas de cara el aro.
Solamente Abrines (15 puntos y 6 asistencias) pudo hacer olvidar el gran inicio de partido de Nikola Mirotic (18 puntos y 4 rebotes). El montenegrino fue el mejor, de largo, en el primer cuarto, pero ni estas dos buenas actuaciones pudieron lograr que el Barça dejara atrás al Valencia Basket. Los puntos de Harper y Jones (25 puntos entre los dos) mantenían con vida a los de Álex Mumbrú, que pronto dejaron claro que no habían venido a Barcelona de paseo (51-46 en el entreacto).
Las pérdidas e imprecisiones culés mantenían con vida al Valencia, que no dudaba en correr siempre que podía y se aprovechaba de la explosividad de Shannon Evans, como pez en el agua en este tipo de partidos, a muchos puntos y de ritmo alto. Jan Vesely (13 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias) seguía al alto nivel de las últimas semanas y ni la zona valencianista pudo evitar que la ventaja llegara a las dos cifras en el tercer cuarto, en el que el protagonismo lo tuvieron los árbitros con unas decisiones más que cuestionables y Kyle Kuric, que metió un triple en el primer balón que toco en todo el partido.
El último cuarto fue de todo menos los últimos diez minutos de la última jornada de la Euroliga. Poca tensión, el público local celebrando canastas visitantes… Todo el mundo era consciente de que el partido no era excesivamente importante y se convirtió en algo difícil de digerir, siendo los reproches de la grada a Cory Higgins, que sigue a años luz de su mejor versión, los únicos movimientos en el decibelímetro.
La vuelta a pista de Abrines y Mirotic templó los ánimos y devolvió el partido a su cauce más lógico: el Barça imponiendo su superioridad y el Valencia Basket tirando la toalla a falta de varios minutos.
Foto: FC Barcelona