Por Alex Madrid / amadrid@eurohoops.net
El Real Madrid ya ha hecho historia. Nadie había remontada un 0-2 en la historia de los playoffs, hasta que llegó una de las mejores eliminatorias que se hayan visto en la Euroliga. El Chacho ha vuelto a maravillar y, con él, un Real Madrid que estará en la Final Four de Kaunas tras vencer 98-94 al Partizan.
Parecía ser la historia del segundo partido, con el Partizan haciéndose con el control y el Real luchando contra la ansiedad de darle la vuelta al marcador. Edy Tavares sí jugó este, pero las faltas le obligaron a pasar más tiempo en el banquillo del que Chus Mateo hubiera deseado. De hecho, se pitó demasiado, impropio de un quinto partido de playoffs, y las personales marcaron incluso más el ritmo que Kevin Punter (28 puntos).
Decía que sentía como si hubiera pasado una eternidad desde la última vez que jugó al baloncesto. No había sido tanto tiempo… y tampoco necesitaba decirlo: sus ganas de ser protagonista se evidenciaron. Jugó un partido que sólo Sergio Rodríguez (19 puntos, 6 asistencias y 26 de valoración) fue capaz de eclipsar.
Con la pantera, le defensa zonal no era tan efectiva. Los espacios aparecían y el Partizan no estaba dispuesto esta vez a perdonar tiros liberados (ni de tres ni de uno). La renta alcanzó los 18 puntos nada más iniciarse la segunda mitad.
Así, las dos principales armas del Real Madrid para llevar la eliminatoria al quinto.
La dos principales, que no las únicas. El Chacho hizo un buen tercer encuentro, se salió en el cuarto y, quizás, no haya palabras suficientes para describir lo que logró en el quinto. Levantó, con orden y una pizca de magia, a un Real Madrid que volvió a parecerse al de una época no tan lejana.
La entrega de Rudy, un par de triples de Sergio Llull y el WiZink Center veía cómo sus leyendas rejuvenecían una década para volver a pelear por el cetro europeo. Y quizás les sepa mejor haber tras haberle quitado el postre a Zeljko Obradovic.
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