Por Alex Molina / info@eurohoops.net
KAUNAS, Lituania – El Olympiacos se ha convertido en el primer finalista de la Final Four de la Euroliga al superar al AS Mónaco por un claro 76-62. A pesar de un gran inicio de partido, los monegascos han terminado sucumbiendo ante el poderío griego, que ha demostrado tras el descanso por que quedó en primera posición de la fase regular.
Tragedia griega
El ambiente al inicio de la primera semifinal era raro. Muchísimos asientos libres en el Zalgirio Arena y los que estaban ocupados tenían muchas probabilidades de ser propiedad de algún fan del Olympiacos, lo que significa dos cosas: mucho ruido cuando todo marcha bien para los griegos (aprovechando cualquier buena acción del Oly para lanzar de todo a las gradas inferiores), silencio sepulcral cuando no es así. Y con la primera mitad que cuajaron los del Pireo, hubo mucho de esto último.
Puede que la presión de ser el mejor equipo de la fase regular y la maldición que eso conlleva -ningún equipo que haya terminado en primera posición ha terminado llevándose el título-, estuviera en las cabezas de los de Bartzokas. Eso nunca lo sabremos, pero lo que está claro es que no tenían la mente en su sitio. Muchos errores, desconexiones y un pésimo 9/18 en tiros libres así lo demuestran. Una estadística tan mala desde la línea pesa mucho y aún más en una Final Four. Todo se decide por detalles y nada duele más que echar a perder la forma más fácil de conseguir sumar puntos. Los problemas de faltas de Walkup impedieron que entrara en dinámica y eso lo notó el Olympiacos, que echó de menos al MVP y a su especialista en momentos calientes (6 y 3 puntos respectivamente para Vezenkov y Sloukas en la primera mitad, 19 y 9 respectivamente al finalizar el encuentro).
Todo lo contrario en los monegascos. Nada que perder en Kaunas y así lo demostraron. El dúo Mike James (17 puntos) y Jordan Loyd (11 puntos y 7 rebotes) se puso las botas una y otra vez, disparando la ventaja en el entreacto hasta los doce puntos con el 29-41.
Volviendo de lo más bajo
La mitología griega está llena de referencias al inframundo. Algunos fueron allí y regresaron con vida de vuelta y eso es lo que ha hecho el Olympiacos hoy. De la mano de un Papanikolaou (15 puntos y 8 rebotes) inmenso, tanto en números como en sensaciones, los griegos han firmado un 27-2 en el tercer cuarto que no es que haya reiniciado el partido, sino que les dio el control total del mismo. Las dudas se apoderaron del Mónaco, que vieron como los triples liberados ya no entraban y los griegos resucitaban casi literalmente. El aluvión en ataque era imparable y la defensa griega cogió tintes impresionantes forzando tres violaciones de 24 segundos de posesión de forma prácticamente consecutiva. Cortocircuito total en los de Obradovic, que se desesperaba en la banda viendo como todo lo lograba se echaba a perder y que con el pasar de los minutos se ponía más imposible la remontada, algo que seguro que no mencionó en la charla al descanso.
A pesar de que el Mónaco logró convertir el 56-43 en un “igualado” 60-53, todos los presentes en el Zalgirio Arena éramos conscientes de que el partido se había acabado ya. Las caras en los visitantes eran larguísimas y no había ninguna intención de obrar milagro alguno. Moustapha Fall (12 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias) apareció con su presencia interior para imponerse en la zona y ponerse las botas ante la ausencia de una referencia interior en el oponente.
Tras solamente por desvelarse la incógnita del resultado final, el final de partido se convirtió en un espectáculo sin aliciente deportivo alguno en el que los fans rojiblancos pudieron celebrar antes de que fuera oficial su pase a la gran final de la Euroliga.