Por Alex Molina / info@eurohoops.net
KAUNAS, Lituania – El Real Madrid se ha convertido en el segundo finalista de la Final Four tras superar al Barça por 76-66. Como ya sucedió en Belgrado, los blancos han ido de menos a más y volverán a luchar por el título continental, como ya hicieran en la capital serbia.
Una de las grandes dudas de antes del partido quedó resuelta de inicio. Eli Ndiaye fue el encargado de quedarse Mirotic y la verdad que el joven jugador del Real Madrid secó por completo al montenegrino, que se marchó frustrado al banquillo llegando a tener un -4 de valoración. El inicio fue blanco, con Tavares (20 puntos, 15 rebotes y 4 tapones) imponiéndose como siempre en la zona, pero poco tardó el Barça en despertar y lo hizo desde el triple, con Álex Abrines (16 puntos con 4 triples) de francotirador destacado con un 3/3 en la primera mitad.
Las malas decisiones en ataque y las faltas en ataque desesperaron al Barça, que a pesar de lograr empatar el partido tras el primer cuarto (18-18), no terminó de aprovechar por esos motivos su gran acierto exterior. Con la llegada del segundo cuarto apareció la zona que tanto le ha dado a los de Chus Mateo, aunque hoy la apuesta saliera mal. El gran 9/14 al descanso del Barça la convirtió de apuesta a fracaso, con la irrupción además del gran ídolo local. Rokas Jokubaitis fue el más vitoreado al ser introducido al partido y el base azulgrana respondió… hasta que se partió los dientes por su equipo, literalmente.
— EurohoopsES (@EurohoopsES) May 19, 2023
Al lituano se le sumaron en el juego exterior Laprovittola (4 triples para 12 puntos) y un inspirado Kuric (11 puntos con 3 tripels) que llevaron la ventaja azulgrana hasta un +9, que se convirtió en 42-36 después de un mandarinazo marca de la casa de Sergio Llull.
Con un Mirotic pésimo, (llegó a estar con un 0/8 en tiros de campo y -7 de valoración) fue el otro Nico el que asumió protagonismo. Todos los balones comenzaron a pasar por las manos de Laprovittola, complemento perfecto del siempre polifacético Satoransky (7 puntos, 11 rebotes y 3 asistencias). Pero con todo esto a favor del Barça, el Real Madrid seguía ahí. Gracias al lamentable 1/7 en tiros libres del Barça hasta bien entrado el tercer cuarto, los blancos lograban lo más importante en estos partidos: no desengancharse nunca en el marcador. Tal fue el ejercicio de resistencia del Real Madrid que lograron incluso darle la vuelta al partido con el 47-54 fruto del 5-18 de salida tras el descanso.
Los vientos soplaban a favor de los de Chus Mateo. Indudable. Los triples azulgranas llegaban sin parar y con altos porcentajes… y aún así tenía el control del partido (y del marcador) el Real Madrid, que logró ir sumando complementos al recital de Tavares, imponente una vez más. Lapro lo empató a 58 y con el empate llegaron los nervios. Casi tres minutos estuvieron unos y otros sin meter un punto hasta que llegó la antideportiva precisamente del argentino sobre Chacho, que apareció en escena.
En el momento de la verdad, Chus Mateo volvió a confiar en la vieja guardia. Los últimos minutos de partido fueron para el canario, Rudy y Sergio Llull. Para quién si no. Curtidos en mil batallas y conocedores mejor que nadie de cómo se ganan estos partidos. Y como ya pasó contra el Partizan, el primero de todos fue vital. Con nueve puntos consecutivos en un abrir y cerrar de ojos de Sergio Rodríguez (12 puntos y 5 asistencias), los madrileños se colocaron con un 60-67 que, a falta de 4:35 para el final, era un tesoro de incalculable valor. Tras ese duro golpe, el Real Madrid se permitió el lujo de mantener a raya al Barça, que no pudo darle la vuelta a la semifinal y terminó cayendo de forma incontestable.