Por Alex Molina / info@eurohoops.net
Cuarenta y ocho horas después de jugar en Atenas, el Barça ha tenido que jugar a 4.000 kilómetros de distancia de la capital griega para un compromiso nada fácil. Y como en el Pireo, la victoria ha sido azulgrana: 73-83 para los de Grimau que siguen fuertes en la Liga Endesa y se ponen con un 4-1.
A pesar de empezar el partido un paso por detrás, la primera mitad fue amarilla. Todos los segundos esfuerzos eran del Granca, que además de estar mucho más metido en el partido que los azulgranas, se aprovechaban de la inexplicable pasividad en defensa de muchos de ellos. La intensidad estaba ahí pero faltaba la calidad, algo de lo que un argentino va sobrado en la Isla. Nico Brussino (18 puntos) entró en ebullición para dinamitar el encuentro. Triples, penetraciones y contraataques. El alero lo hacía todo y comandó la reacción local, que se fue por delante en el marcador al descanso con la sensación de no haber hecho mucho.
👿 𝙈𝙤𝙙𝙤 𝙙𝙞𝙖𝙗𝙡𝙤 𝙖𝙘𝙩𝙞𝙫𝙖𝙙𝙤.
¡NICO ESTÁS COMPLETAMENTE LOOCOO! 🎯
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— Liga Endesa (@ACBCOM) October 15, 2023
De argentinos con calidad está llena la Liga Endesa y el Barça también tiene uno. Pero le costó muchísimo a Laprovittola (5 puntos pero con 4 pérdidas) entrar en el partido. Andrew Albicy se encargó de él personalmente y el francés lo sacó de quicio son su asfixiante defensa, pero aún así pudo Lapro dejar destellos de calidad en el tercer cuarto. Las buenas noticias se acumulaban para Roger Grimau, Parra (11 puntos) empezaba a sumar y después de mucho tiempo intentándolo, el Barça logró involucrar a Willy Hernangómez (11 puntos y 6 rebotes) y con su aportación en ataque llegó la igualdad en el marcador (54-54).
Con la aportación de Parker (8 puntos), expulsado por faltas, y Jokubaitis (14 puntos, 4 rebotes y 6 asistencias), los azulgranas lograron lo más complicado en estos partidos: retomar el control del partido con el 64-65. Landesberg, Slaughter y Bassas (5 puntos entre los tres y una valoración total de -5) estaban desaparecidos en combate y se notó su ausencia.
Los tiros libres fallados se sucedían en ambos equipos pero el intercambio de golpes favorecía al Barça. Hacía muchos minutos que las sensaciones y el ritmo eran azulgranas. Ya no se jugaba a lo que el Granca quería y encima apareció el protagonista en el pabellón de la Paz y la Amistad. El 71-78 a dos minutos para el final corrió a cargo de Álex Abrines (9 puntos, todos en el último cuarto), como ya hiciera ante el Olympiacos, apareció en el mejor momento para sellar el triunfo de los suyos.