Drama en Estambul

Por Alex Molina / info@eurohoops.net

Se acabó la racha. Once partidos después, el Real Madrid ha caído en Europa y de la forma más dramática: derrota ante el Fenerbahce por 100-99 en la prórroga en un partido en el que Facundo Campazzo lideró a los blancos… y una pérdida suya en la última acción del partido los condenó.

Como ya sucedió en el partido ante Maccabi, el Real Madrid empezó el partido dando un golpe sobre la mesa. Con un gran 16-29, los de Chus Mateo demostraron que la diez victorias seguidas con las que se plantaron a la capital otomana no eran casualidad y con un Campazzo estelar, abrieron brecha nada más comenzar el encuentro. Por mucho que lo intentara Itoudis, probando todo tipo de defensas y emparejamientos con él, el argentino firmó una primera parte espectacular, casi perfecta, que fue indispensable para que cuajara su mejor actuación ofensiva en la Euroliga, superando los 24 puntos que anotó la temporada pasada con Estrella Roja. Poco tardó el otro argentino en sumarse a la fiesta (14 puntos y 8 rebotes para Deck), señal inequívoca de que las cosas iban bien en la casa blanca, cerrando la primera mitad con un esperanzador 37-44.

Reacción local

Pero poco necesitaba el Fenerbahce para revivir. Su siempre ruidosa afición solamente necesitaba algo para enchufarse y Guduric fue el hombre que respondió a su llamada. El serbio fue el más destacado de la reacción local, que aprovechándose de un Campazzo (33 puntos y 7 asistencias) demasiado centrado en ser protagonista y fallón en el triple (2/10), le dieron la vuelta a un partido que parecía controlado. Ni los puntos de Llull (14 puntos) y Musa (11 puntos) parecían controlar la insurrección turca, que veía como las buenas noticias se acumulaban con la expulsión por faltas de Tavares, y terminó pasando lo inevitable. Nick Calathes reapareció para poner el 77-81, confirmando que la remontada era real. La ventaja blanca se acortó aún más con el 82-83 tras canasta de Wilbekin, pero apareció el gran protagonista de la tarde/noche.

Campazzo demostró una fuerza mental envidiable y a pesar de firmar una mala segunda parte en el tiro y las decisiones, sacó a relucir los nervios de acero en el minuto final. Primero con una penetración marca de la casa y luego con dos tiros libres para poner el 84-87… que Wilbekin (19 puntos y 5 rebotes) se encargó de empatar con un triplazo descomunal, mandando el partido a la prórroga al fallar Deck la última acción.

Final dramático

Tras un intercambio de canastas para empezar el tiempo extra, Nigel Hayes-Davis (16 puntos y 7 rebotes) le dio la primera ventaja tras 43 minutos de juego al Fenerbahce. ¿Quién devolvió el control del partido a los blancos? Facundo Campazzo, que tras una conexión con Poirier (11 puntos y 8 rebotes) silenció el Ulker Sports And Event Hall. El francés volvió a ser protagonista en la siguiente acción para poner el 94-98, una ventaja de cuatro puntos a falta de escasos segundos que parecía que sería determinante, pero sucedió el milagro turco. Un error desde la línea de Mario Hezonja mantuvo con vida a los locales, que con 96-99 en el marcador aún soñaban con la victoria. Guduric (21 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias) no perdonó desde la línea y puso el 98-99, momento en el que sucedió la jugada clave del partido. El elegido para recibir el balón (y lanzar los tiros libres) fue Campazzo, obviamente, pero rodeado de dos rivales, rifó un balón que terminó a manos de Yam Madar (17 puntos), que casi sobre la bocina colocó el 100-99 final.

 

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