Por Alex Molina / info@eurohoops.net
El Barça ha caído en su visita a la pista de la Virtus por un 80-75. Dolorosa derrota de los de Grimau, que tras 30 minutos de muy buen baloncesto, se han derrumbado en el último cuarto, en el que Lundberg ha brillado con luz propia.
Los puntos de Belinelli, la polivalencia de Shengelia (14 puntos y 9 rebotes) y Hackett (14 puntos,4 rebotes y 6 asistencias), el gran momento de forma de Cordinier (10 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias)… La Virtus tenía muchos argumentos para plantarle cara al Barça, pero poco podía hacer el conjunto italiano ante la versión más seria de los de azulgrana. Tras unos minutos dubitativos, el Barça tomó el timón del partido. Los cambios de Grimau no solamente mantenían el nivel, sino que incluso lo subían un poquito. ¿Que Jan Vesely (13 puntos y 6 rebotes) firmaba unos grandes minutos? Ahí estaba Willy (15 puntos y 5 rebotes) para mejorarlos. ¿Laprovittola (9 puntos y 8 asistencias) haciendo de las suyas? Álex Abrines y Darío Brizuela no se quedaban cortos.
El 33-45 al descanso para los catalanes era la mejor prueba posible del buen trabajo bien hecho en los primeros 20 minutos, pero se complicó el asunto en el tercer cuarto. Shengelia puso sobre la bocina el 56-61, cinco puntos de ventaja que no eran ningún drama pero sí que sirvieron para animar la afición local, que pasaba de verlo negro como el color de su equipo a un prometedor castaño oscuro.
Y con la llegada del último cuarto, la gama cromática lúgubre fue posesión del Barça. Un 9-2 de salida le dio el control del partido a los italianos, que con el 65-63 mandaban en todo: marcador, sensaciones y juego. Lo que antes era todo fluidez y alegría se convirtió en nervios e imprecisiones. Las primeras faltas en ataque y pasos del Barça llegaron con el equipo por detrás en el luminoso, con cada ataque culé siendo un calvario. Si a eso le sumas además la irrupción de Lundberg (21 puntos), que ha pasado de ser el apartado a uno de los referentes del equipo, la ecuación solamente podía tener una solución: máxima ventaja de la Virtus con el 68-63.
El Barça llegó a los últimos minutos a remolque de la Virtus. Cada canasta azulgrana era respondida por una de los locales, que además veían como con 76-75, los árbitros señalaban una más que dudosa falta en ataque que les daba un balón de oxígeno. En el siguiente, el gran protagonista del partido no perdonó: triplazo de Lundberg para darle a la Virtus un importante triunfo.