Por Alex Molina / info@eurohoops.net
Si la mejor noticia de un partido es que se ha terminado, muy bien no pueden haber ido las cosas. Si la mejor noticia de que se termine un año es que te da la opción de hacer borrón y cuenta nueva y empezar el 2024 con cambio de chip, muy bien no pueden ir las cosas. El Barça ha tocado fondo en Mónaco, cayendo de forma clara (91-71 totalmente engañoso) y firmando la séptima derrota en los últimos diez partidos.
El partido comenzó como han terminado la gran mayoría de los partidos recientes del Barça: siendo un tormento. El descontrol de un errático Laprovittola y el acierto local se combinaron para un 14-3 de salida que encendió todas las alarmas. Cada ataque del Barça era un suplicio y se comenzaron a ver signos de dudas, de jugadores que tenían miedo a atacar. Con este escenario, Mike James (20 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias) empezó su show particular, haciendo lo que quería en el partido y dictando a qué se jugaba en cada momento. Ni un amago de zona por parte de Grimau ni la entrada de unos acertados Jabari Parker (15 puntos y 5 rebotes) y Willy Hernangómez (ya en el segundo cuarto, este último) logró cambiar la tendencia. Okobo y Walker (9 y 6 puntos) tomaron el relevo de James el poco tiempo que el base estuvo en el banquillo y la ventaja se disparó hasta un 38-22 que reflejaba perfectamente lo visto en la pista. Ya no solamente era el resultado, malo de por sí, es que las sensaciones eran aún peores: graves fallos de concentración, errores impropios de la élite europea y la certeza de que si el balón no entraba, el rebote sería muy probablemente para el Mónaco.
A pesar de que el Barça salió bien tras el descanso, llegando a ponerse con un 54-46 en el marcador… es que se notaba que era imposible. El -8 para los azulgranas coincidió con el incidente protagonizado por Mike James y Tomas Satoransky. La cabeza del base monegasco y la barbilla del checo chocaron con fuerza, un impacto que terminó con el primero ensangrentado y camino de los vestuarios. Por mucho que Barça lograra acercarse en el marcador era cuestión de tiempo que los locales reaccionaran… y lo hicieron con fuerza. Un gran Alpha Diallo (19 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias) se encargó de liderar el parcial local que puso el 81-55 (la ventaja se disparó hasta el 89-59) momento en que, a falta de menos de seis minutos para el final, el partido quedó sentenciado.
Sin nada por jugarse en la pista, lo más importante estaba fuera. ¿Qué pasó con Willy Hernangómez? El interior, llamado a ser uno de los pilares del proyecto, no saltó a pista en la segunda mitad, algo muy extraño teniendo en cuenta además que firmó unos buenos minutos en la primera (4 puntos y 6 rebotes en 7 minutos). Puede que Roger Grimau se decantara por el físico de Nnaji para intentar frenar el poderío del Mónaco… aunque todo parece indicar que hay algo más en su decisión de dejarlo en el banquillo veinte minutos seguidos.