Por Alex Molina / info@eurohoops.net
El Barça ha vuelto a mostrar su versión menos fiable y ha sumado la segunda derrota consecutiva en la Euroliga tras caer ante el Armani Milán por 74-70 en un mal partido de los de Grimau.
Si ayer fue el Real Madrid el que vivió de lo conseguido en la primera mitad, hoy ha sido el turno del Olimpia Milán. Con un Shavon Shields (23 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias) omnipresente, el cumpleañero Melli (5 puntos y 7 rebotes) sumando en todos lados y en definitiva una marcha más que los azulgranas, los de Messina arrasaron con el Barça en la primera mitad, llegando incluso a ganar por veinte puntos. El 47-28 tras los dos primeros asaltos era la mejor prueba posible de lo visto: un equipo que, sin hacer un gran partido, jugaba a placer ante un equipo que es una sombra cuando sale de viaja. El cambio radical -a peor, obviamente- del Barça fuera del Palau es digno de estudio. El equipo es capaz de derrotar a los mejores equipos en Barcelona… y de perder, y de qué manera, cuando juega fuera de casa.
Los chispazos de calidad de Jabari Parker (11 puntos) y sobre todo de Jan Vesely (28 puntos y 4 rebotes) no eran suficientes para los de Grimau, que vio como la única buena noticia del día se convertía en otra nota negativa más. Muchas semanas después, Nico Laprovittola volvió a las pistas y la cosa no pudo ir peor: 0/4 en tiros de campo y eliminado tras cometer cinco faltas personales.
A pesar de reaccionar en el tercer cuarto (10-21) con un buen Willy Hernangómez (10 puntos y 3 rebotes), las esperanzas de remontada se desvanecieron con la llegada del cuarto. Un 10-4 de salida volvió a poner tierra de por medio entre ambos equipos, devolviendo al Barça a su realidad como visitante: una versión muy poco fiable. Y si encima, el arbitraje es como el de hoy, la cosa se pone imposible. Tras un claro campo atrás de Shabazz Napier, los árbitros decidieron no se sabe muy bien por qué expulsar a Darío Brizuela, que se marchó incrédulo a los vestuarios. La expulsión del vasco puede que motivara a sus compañeros, que llegaron a ponerse 69-64 tras triple de Jabari Parker… pero una nueva técnica, esta vez para Grimau (al final fueron cuatro en total más una antideportiva), lo puso todo más complicado.
Parecía que estaba todo sentenciado, pero los nervios del conjunto local y la inspiración de Nikola Kalinic (9 puntos, 10 rebotes y 4 asistencias) llegaron a colocar un 72-70 que resultó ser un espejismo, ya que el Barça se quedó sin tiempo y Shields no falló para poner el 74-70 final.