Por Alex Molina / info@eurohoops.net
El Barça tendrá que trabajar y mucho si quiere terminar entre los cuatro primeros la fase regular de la Euroliga. Después de caer ante el Fenerbahce, los de Roger Grimau han vuelto a perder hoy con el Panathinaikos (89-81), una derrota durísima y que podría tener consecuencias en la clasificación, ya que los griegos empatan con los azulgranas en la clasificación… pero por lo menos no se hicieron con el average.
Tras los primeros derechazos con el consiguiente intercambio de lideratos en el marcador, los azulgranas consiguieron la primera buena ventaja. Plantarse en el OAKA tan solo 48 horas después de jugar en Estambul ante el Fenerbahce no es nada fácil y la puesta en escena de Roger Grimau fue de notable. Si hasta Jan Vesely (13 puntos) se anima con los triples, la cosa solamente podía ir bien y el 11-17 del marcador así reflejaba los buenos minutos de los visitantes. El tiempo muerto que tuvo que pedir Ataman sirvió para acercar a los suyos hasta el 20-23, con Willy Hernangómez (13 puntos y 5 rebotes) y Kendrick Nunn (22 puntos) como protagonistas, pero con ese acercamiento griego se produjo el parcial que marcó la primera mitad. La segunda unidad azulgrana rozó el excelente y la irrupción de Ricky Rubio y Laprovittola significó un 0-17 de parcial para el Barça, con canastas marca de la casa del último en llegar.
🪄 Es el OAKA, pero parece el patio de la casa de Ricky Rubio pic.twitter.com/qgqwYG0M61
— Eurohoops España (@EurohoopsES) March 22, 2024
El marcador reflejaba un 24-40 que sembró el pánico en el graderío local. El horto magiko no aparecía por ningún lado ni tampoco los pilares del Panathinaikos, que a pesar de reaccionar tras verse dieciséis puntos abajo, veían como hoy tocaba la versión seria del Barça. Pero con el 29-44 en el marcador cortesía de Tomas Satoransky (12 puntos, 5 rebotes, 6 asistencias), el mejor en la primera mitad, y un dos más uno, llegó una acción que despertó a los aficionados griegos. Los árbitros señalaron campo atrás de los locales, una decisión que todo el mundo pudo comprovar que fue errónea… y Ataman fue el primero en darse cuenta de ello. Tras ver las imágenes, el turco montó en cólera y se ganó una técnica que sirvió para espabilar a los suyos, que cerraron la primera mitad con un 34-46 con el permiso de Laprovittola. El argentino no tuvo su mejor primera mitad: falló el tiro libre de la susodicha técnica, estuvo más pendiente de su pique personal con Nunn que de jugar y regaló el último balón de forma incomprensible para que el Pao se marchara a los vestuarios tan solo 12 puntos abajo.
Y ese es el problema del Barça. El equipo comenzó esta jornada como segundo en la Euroliga, va tercero en la Liga Endesa… y parece que la temporada es un desastre. Pero así lo parece no es por los resultados, sino por el juego del equipo: capaz de lo peor y de lo mejor. Lo demostró ante el Fenerbahce como en tantas otras veces esta campaña y lo ha vuelto a demostrar hoy. Todo el buen trabajo de la primera mitad se fue al garete en un visto y no visto. La tercera falta de Satoransky coincidió con el mmomento en que el Panathinaikos bajó de los diez puntos de desventaja (41-50) y la cosa no se quedó allí. Parker desaparecido, Da Silva improductivo, Brizuela ni entró, Jokubaitis demasiado intermitente… Lessort (13 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias) y Sloukas (18 puntos, 4 rebotes, 8 asistencias) olieron sangre y se pusieron las botas para poner un 56-55 tan doloroso para el Barça como merecido para el Panathinaikos. Solamente la buena muñeca desde la línea de Willy y un triple de Abrines mantuvieron al Barça en el partido, cerrando el tercer cuarto incluso por encima (60-61) a pesar del gran periodo local y algunas decisiones arbitrales bastante dudosas (la falta en ataque a Ricky a Lessort roza lo ridículo a estas alturas de temporada y probablemente fueron los únicos en el OAKA en no ver que era fuera de Grigonis y no de Abrines).
El capitán acudió al rescate (3/4 en triples para Abrines) pero también lo hizo Mitoglou (19 puntos y 10 rebotes). Cada ataque era una guerra y los griegos se mueven como pez en el agua en las trincheras. Con Difallah de protagonista absoluto, algo siempre negativo teniendo en cuenta que va de naranja, los griegos se pusieron por delante con un 76-70 que era todo un mundo teniendo en cuenta los incontables cambios de liderato en el partido. Nunn seguía imparable y las faltas en ataque y técnicas en contra del Barça se sucedían una tras otra, unas decisiones tan lamentables como esperables que pusieron muy cuesta arriba la remontada azulgrana.
Superados por los elementos y las circunstancias, los azulgranas colapsaron y eso en el OAKA solamente puede significar una cosa: el Panathinaikos lanzado a por la victoria. A falta de poco más de dos minutos para el final llegaron las expulsiones de Vesely y la primera ventaja de dos dígitos para los griegos. El 83-73 sentenció el partido de hoy y comenzó el metapartido: el average. El 80-72 que logró el Barça en el Palau entró en escena y al menos el Barça cerró el partido con una alegría. De forma casi milagrosa, Laprovittola logró empatar el average desde la línea de tiros libres.