Por Alex Molina / info@eurohoops.net
BERLÍN – El Panathinaikos se ha convertido en el primer semifinalista de la Euroliga tras derrotar con claridad al Fenerbahce. Victoria de los de Ataman por un claro 73-57 que los deja a una más de conseguir su séptimo título continental.
El partido comenzó, como no podía ser de otra forma, marcado por los incidentes afuera del Uber Arena. La pelea entre aficionados de Fenerbahce y Panathinaikos, con decenas de seguidores turcos intentándose colar en el pabellón y siendo arrestados por la policía alemana, retrasó casi media hora el inicio de la primera semifinal. El lamentable espectáculo protagonizado por sus “aficionados” (difícil calificarlos sin entrar en descalificativos graves) le sentó fatal a los de Jasikevicius, que casualidad o no, salieron a pista totalmente dormidos.
Con un 12-0 de parcial, el equipo de Ataman comenzó la búsqueda de su séptima Euroliga de forma inmejorable. No le quedó más remedio al lituano de pedir tiempo muerto y cambiar el plan de partido. La opción Motley fracasó estrepitosamente así que tuvo que recurrir a abrir el campo con Sanli y Papagiannis, una alternativa que funcionó instantáneamente. A pesar de la buena entrada en escena del turco, el boquete que abrieron los griegos era demasiado grande como para ser solucionado de inmediato, por lo que se llegó al final del primer cuarto con un, eso sí, esperanzador 22-14 a favor del Fener.
Por mucho que la batalla en la grada fuera claramente favorable al Panathinaikos, cuyos aficionados eran mayoría hoy y aún más durante el primer cuarto, ya que muchos aficionados turcos no llegaron a tiempo, los aires soplaban claramente a favor de los de amarillo y negro. Por mucho que Kendrick Nunn siguiera con su gran debut en una Final Four, la aparición de Marko Guduric fue clave para que el Fenerbahce recortara distancia hasta el 34-29. Estar a cinco puntos era una gran victoria para los “visitantes”, pero no se quedaron ahí y cerraron la primera mitad con un jugador en modo MVP. Nigel Hayes-Davis firmó un tramo final de primer tiempo espectacular para ponerle fin a los primeros 20 minutos de la mejor forma posible y con 38-36 en el marcador.
Tras el paso por vestuarios, Calathes y Grant intercambiaron momentos de inspiración para mantener la máxima igualdad en el marcador. Muy lejos quedaban ya esos primeros minutos de partido en los que el dominio era completamente verde e incluso tuvo varios intentos el Fenerbahce de hacer lo que nunca había hecho, ponerse por delante en el marcador. Pero ya se sabe que en el baloncesto, como en todo, desaprovechar las oportunidades tiene sus consecuencias. La irrupción de Kalaitzakis combinada con el pésimo partido de Wilbekin y el buen trabajo de Lessort significó la vuelta de los dos dígitos de ventaja para el Panathinaikos, 60-50 ya en el último cuarto.
Verse una vez más tan abajo y en esa altura de partido fue un golpe durísimo para el Fenerbahce. La ventaja para los griegos se disparó hasta el 65-52, con los turcos sin ideeas y con Sloukas adueñándose del partido y del tempo. Los nervios estaban a flor de piel y el que los perdió fue Calathes con su compatriota Papapetrou. El base del Fenerbahce no se tomó bien una falta de respeto del alero del Panathinaikos y cometió una antideportiva con la que el partido quedó absolutamente sentenciado.