Por Alex Molina / info@eurohoops.net
El Barça ha iniciado el curso europeo con una derrota ante el Zalgiris por 74-67. El viaje a Kaunas ha ido tan mal como podía ir, estrenando la Euroliga con derrota y con un juego tan gris que los puntos anotados hablan por sí solos.
La primera mitad fue todo lo que no tiene que ser este Barça. A pesar de que Willy -titular para todo aquel que tuviera algún tipo de duda de si había caso Hernangómez senior- comenzó a sumar muy temprano, el despropósito azulgrana fue considerable. Individualidades incesantes, descontrol en el balance defensivo, jugadores como Vesely totalmente apáticos… Tales ingredientes solamente podían terminar con un plato difícil de digerir: un 43-31 al descanso para los lituanos que hablaba por sí solo.
El juego coral que casi siempre ha caracterizado a los lituanos se impuso claramente a las individualidades azulgranas. Por mucho que Laprovittola (12 puntos y 8 asistencias) o Punter (11 puntos) consiguieran sumar de forma puntual, era necesario un cambio de chip general y éste llegó tras el paso por vestuarios. Un gran arranque de tercer cuarto fue el preludio de la mejor noticia posible para el Barça, que logró empatar de forma casi inesperada el partido a 48. Pero duró poquísimo la alegría.
Del mismo modo que la salida tras el paso por camerinos fue fantástica, el inicio de último cuarto fue una catástrofe para el Barça. Por mucho que Peñarroya intentara pararlo a base de tiempos muertos, no pudo frenar la resurrección lituana y sobre todo la de Francisco. El base francés ha llegado a Kaunas para ser uno de los líderes y no ha tardado nada en demostrarlo. Con 10 puntos seguidos, logró abrir una brecha que termino siendo fatal. Tras todo el trabajo hecho, verse otra vez tan abajo con el 62-54 fue un golpe muy duro para el Barça, al que no le quedó más remedio que ir a remolque todo lo que quedaba de partido y quedarse sin tiempo para la remontada, con Brazdeikis (19 puntos) anotando como a inicios de partido pero dejándole a Francisco (19 puntos) que le poniera la guinda a su exhibición con el 72-65 que lo sentenció todo.