Por Javier Molero/ info@eurohoops.net
El Real Madrid firma su mejor partido de la temporada y sale del pozo (90-86). Y nada más y nada menos que ante el campeón.
Los de Chus Mateo, con su dominio más reconocible resurgen en un pésimo inicio de campaña. Panathinaikos no supo frenar las acometidas de un Madrid que olía sangre en cada jugada.
Campazzo volvió a lo grande (19 puntos) tras su sanción en Vitoria. Giro de 180 grados para un Real Madrid que vuelve a dejar claro que no se ha ido y es más peligroso cuando está herido. Una victoria cuando más lo necesitaban, el momento perfecto para revertir la situación e impulsarse hacia arriba.
El Madrid comenzó enchufado en ataque, como si fuera otro, uno totalmente distinto al de las última semanas. Abalde y Musa acaparando las esquinas y un Campazzo que Chus Mateo echó en falta en Vitoria dinamitando con su chispa hacia el aro. Tuvo minutos Hugo González, que dejó buenas acciones de esfuerzo y energía (14-3).
Panathinaikos buscaba recortar distancias desde fuera y con tiradores élite como Juancho y Papapetrou parecía tarea sencilla. No podías dejarle ni un metro. El campeón de Europa generó dudas en el ataque de los blancos, pero los de Chus Mateo no bajaron de marcha en un ataque inmaculado para terminar 28-19 el primer cuarto.
Sloukas dio un cambio en la dirección y un soplo de aire fresco a los atenienses, que sufrían en estático. Ataques más maduros, sin precipitarse y sacando ventajas constantes en el bloqueo y continuación. Todo ello, en un ambiente caldeado con numerosas protesta del público por acciones polémicas arbitrales que no gustaron a los locales.
Panathinaikos se movía mejor en el barro y fue recortando posesión a posesión con más dureza en el rebote y optimizando ese factor ofensivo que les hace únicos en Europa. El encuentro se marchaba 43-38 al descanso con Campazzo como el hombre más destacado, con 12 puntos.
Los mejores minutos de la temporada
El tercer cuarto fue una montaña rusa. Panathinaikos comenzó más asentado en la pista y con Nunn silenciando el WiZink en ocasiones, pero el Madrid se encontró a sí mismo y firmó sus mejores minutos de la temporada. Liderados por un imparable Musa que firmó 10 puntos seguidos, los de Chus Mateo parecían imbatibles.
Se unía Tavares en segundas oportunidades, la electricidad del Facu y Deck y Abalde negando a los aleros atenienses. Los de Ataman tenían que tirar de magia para lanzar tiros claros, y los madrileños se iban 70-58 al último cuarto con un cómodo colchón.
El Madrid se gustó en los minutos finales, y el WiZink tenía gana de celebrar. La derrota en Vitoria ante Baskonia no ha mermado la moral de un equipo que, si se cae mil veces, se vuelve a levantar. Nunn era el halo de esperanza de un Ataman que se desesperaba en el banquillo. Los campeones resistían hasta el final (78-71).
Campazzo no iba a dejar que el triunfo se escapase (90-86) y su magia selló una victoria vital, importante para cambiar la dinámica y que va a ahorrar más de un dolor de cabeza. El Madrid se anima, y deja atrás el jarro de agua fría de las últimas semanas para centrarse en ganar.