Por Javier Molero/ info@eurohoops.net
El Real Madrid sigue sin ganar fuera de casa. Segunda derrota en 48 horas, esta vez frente a un Maccabi (79-78) que dio la puntilla en los segundos finales con una canasta superlativa de Saben Lee. Los de Chus Mateo no supieron cerrar el partido ni mantener la ventaja que tuvieron en Belgrado.
Los macabeos estuvieron sensacionales desde el triple (11/20), pero los rebotes ofensivos (18) volvieron a ser un factor fundamental en el juego. Las buenas acciones ofensivas de los blancos de poco sirvieron con las desconcentraciones en aro propio en las posesiones finales. Rokas Jokubaitis (17 puntos) y Saben Lee (19), fueron imparables.
El Madrid comenzó intermitente, sin encontrar ataques fluidos, alternando buenas posesiones con malas defensas. Los locales buscaban hacer daño desde fuera con Jokubaitis y Sorkin obligando a salir a Tavares (8-6). El ex del Barça dominando el tempo del partido entre bloqueos y dirigiendo el juego a la perfección. Comenzó a repetirse la tónica de Atenas ante Olympiacos. Los de Chus Mateo sufrían horrores para cerrar el rebote.
Las segundas oportunidades abundaban en los macabeos. Hezonja era el único que respondía al acierto masivo del conjunto israelí desde fuera. Llull dio otro ritmo y aprovechó las carencias defensivas para poner el 21-23 al final del primer cuarto.
En el segundo, la lluvia de triples tomaban aún más protagonismo (7/11 en los primeros minutos). Saben Lee incidía en el aro después de varios errores y empezaba a ser un quebradero de cabeza. Maccabi firmó sus mejores minutos de la temporada en Euroliga (36-29), pero de ese +7 no iban a pasar.
Un tiempo muerto de los blancos pareció revivir la esencia del subcampeón de Europa. Facu se divertía entre bloqueos y con el balón, y a ver quién se atrevía a poner el cascabel al gato. Efectivo desde fuera, forzando 2+1… un vendaval. Un parcial de 14-0 para el 36-43 en el marcador alejaba las dudas al descanso.
Los de Tel Aviv apretaron en defensa y negaron el camino a Campazzo en la segunda mitad. Hoard cogió el mando ofensivo, pero las ideas ya no eran tantas. Tavares seguía sufriendo con Sorkin y su acierto exterior, pero el Madrid quería correr y lo conseguía con Abalde y Hezonja en las alas (51-58). Los mejores minutos en pista del equipo español, cómodos en ataque, buscando a DiBartolomeo en defensa y poniendo el 55-64 al final del tercer cuarto.
Los mismos errores de siempre
El Madrid cosía a 2+1 en transiciones ofensivas con varios jugadores distinto. Maccabi tardó en frenar la sangría. Pero lo hizo. Jokubaitis buscaba constantemente a sus interiores y los macabeos se acercaban en el marcador (62-66) en un clima de dudas. Los de Chus Mateo comenzaron a pensar más sus ataques, pero el desacierto no cesaba.
El ex del Barça no quería que los blancos se marcharna en el partido. El acierto sensacional de los locales desde fuera les mantenía con vida. Rivero puso a uno a los suyos (77-78) a falta de escasos segundos tras un fallo de entendimiento entre Deck y Tavares.
Un mal ataque y la pérdida de Llull dejaron la oportunidad de oro a Saben Lee para poner el 79-78 con una canasta excepcional sobre Deck para dar la victoria en los últimos segundos a un Maccabi que cuajó un partido soberbio desde fuera (11/20) y supieron apretar en los momentos importantes del choque.
Los de Chus Mateo vuelven a pecar de falta de competitividad y energía en las posesiones cruciales. La sangría del rebote ofensivo (18 permitidos) fue un factor fundamental en la segunda derrota en 48 horas. No fueron suficientes los 18 puntos de Hezonja.
Un 3-4 en Euroliga que simboliza el estado en el que está el Real Madrid. Los blancos siguen sin ganar fuera de casa (seis partidos, seis derrotas) y los problemas no hacen más que crecer