Que nadie se olvide del Real Madrid

Por Alex Molina / info@eurohoops.net

El Real Madrid se ha llevado el primer Euroclásico tras superar al Barça por 90-97. Triunfo importantísimo para los de Chus Mateo y que ha llegado en un vibrante encuentro que se ha decidido tras dos prórrogas, la mejor prueba posible de que lo de hoy ha sido un duelo entre candidatos a todos los títulos de la temporada, aunque muchos se esfuercen en negarlo.

Para comenzar el partido, Chus Mateo pensó más en la defensa que en el ataque y la apuesta salió bien. El técnico blanco optó por dar entrada a Rathan-Mayes en vez de Musa en el cinco inicial. El recién llegado se ha consagrado como el gran especialista defensivo de la línea exterior del Real Madrid y salió con una misión más que clara: parar a Kevin Punter. La referencia azulgrana anotó pero a base de calidad individual. La permisividad arbitral permitía un nivel altísimo de contactos, em ambos lados de la pista, del que salió beneficiado el conjunto visitante, ya que además de un buen nivel atrás, los triples comenzaron a entrar y con ellos la primera gran ventaja (6-14).

Pero raro es que un Clásico quede sentenciado tan temprano y la reacción azulgrana tuvo nombre y apellido. Jan Vesely fue el gran pilar del ataque culé. El checo aportaba la templanza y calidad que se necesitaban para desconectar la defensa blanca, que a pesar del buen partido de Campazzo y Tavares (24 puntos y 18 rebotes para 39 de valoración), veía como el partido se les escapaba de las manos con el 26-22 ya en el segundo cuarto. La remontada azulgrana se completó no sin subida de decibelios y tensión en el Palau:  los jugadores azulgranas (Anderson y Fall, los de casi siempre, para qué engañarnos) se pasaban de frenada, los piques se sucedían uno tras otro… En fin, lo que viene siendo un Clásico de los de siempre. A todo esto, el aficionado culé vio como Neto debutaba con triple en el primer balón que literalmente tocó, por lo que marchó más que contento al descanso con el 38-34 tras dos cuartos.

La segunda mitad comenzó con anécdota. En vez de su 13, la camiseta de Musa llevaba un 31 que lo obligó a quedarse en el banquillo hasta que el utillero le trajera una nueva con su dorsal correcto. Quizás aprovechando la ausencia del bosnio, su brate croata fue el que brilló tras el paso por vestuarios. Tras una primera mitad muy discreta, Mario Hezonja (23 puntos y 7 rebotes) se echó el equipo a la espalda y fue el principal culpable de que la ventaja volviera a ser para el Real Madrid (45-49).

El 52-54 con el que comenzó el último cuarto no fue más que la última de las pruebas necesarias para saber que lo de hoy iba a estar igualado hasta el final. Cada equipo con sus armas, Barça y Madrid se iban intercambiando golpes en un precioso duelo de equipos candidatos a todo. No era el más vistoso de los Clásicos, pero sí de los más duros que se recuerdan, lo que le dio un toque épico que nunca viene mal. El fantástico trabajo defensivo del Real Madrid en el bloqueo directo obligó al Barça a resumir sus ataques en un ‘balones a Punter’ (27 puntos y 4 asistencias). Ante la incomparecencia de Jabari Parker, el norteamericano se erigió como líder indiscutible y junto a Vesely (20 puntos y 8 rebotes) le dieron al Barça una ventaja que parecía definitiva… pero con el Real Madrid nunca se sabe. Los fallos en los tiros libres por parte local dieron alas a los visitantes, que con un triplazo de Campazzo a falta de 2 segundos para el final forzaron la prórroga con 74-74 en el marcador.

A pesar del duro golpe que supuso ver como un partido encarrilado se marchaba a la prórroga, el Barça encaró el tiempo extra con cierta entereza. El plan Puntercentrista seguía siendo el 90% de los ataques de los azulgranas, que vieron como un fallo desde el tiro libre, una vez más, del norteamericano terminaba siendo determinante. Tras una jugada llena de nervios y en la que hubo de todo por ambos bandos, el balón terminó a las manos de Musa, que falló para mandar el partido a una segunda prórroga que le añadió más componente épico al primer Euroclásico de la temporada.

Segunda y última, ya que Campazzo terminó siendo diferencial. El base argentino jugó casi todo el partido y firmó una segunda prórroga al nivel de su condición de mejor base de Europa: 18 puntos, 5 rebotes, 10 asistencias y 32 de valoración para él en 44 minutos en pista.

Foto: FC Basket
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