Resurrección en Belgrado

Por Alex Molina / info@eurohoops.net

El Barça ha vuelto a sumar en Europa tras derrotar al Maccabi Tel Aviv por 86-88. Trabajadísimo triunfo de los de Peñarroya, que tras mostrar una pésima imagen, resurgieron de las cenizas para llevarse el partido con mucho mérito.

Montaña rusa de emociones y baloncesto

El partido comenzó con una sorpresa que fue una constante. Joan Peñarroya ya sacó a pasear la zona en el OAKA con buen resultado, por lo que optó por esta variante defensiva de inicio. La presencia de Fall en el quinteto titular ayudó a que los azulgranas optaran por esta variante, y a pesar de los desastrosos minutos del techo azulgrana, dio buenos resultados. Punter (18 puntos) y Parker (18 puntos, 9 rebotes y 4 asistencias), que se buscan siempre y casi siempre se encuentran, y Justin Anderson comenzaron a adueñarse del ataque del Barça, que logró cerrar el primer cuarto con un buen 16-22. El juego no era el mejor del mundo pero el Barça por lo menos tenía una buena ventaja, más cercana a los dos dígitos que al empate… pero no tardaron a torcerse las cosas.

Apagón total que rozó el derrumbe del Barça en el segundo cuarto. El balance defensivo desapareció de la vista, los ataques eran un suplicio y Hoard (20 puntos y 8 rebotes) y Blatt (14 puntos y 10 asistencias) comenzaron a brillar con luz propia, por lo que la cosa solamente podía terminar de una forma. Del 26-33 del segundo cuarto se pasó a un 53-37, ya en la segunda mitad, que dolía muchísimo. No tener aficionados en el Aleksandar Nikolic Hall facilitaba mucho el escuchar lo que pasaba en la pista, pero no hacía falta que el partido se jugara sin ruido para saber que las cosas estaban fatal en el banquillo azulgrana.

La zona rozaba el coladero, con problemas graves para controlar la línea de fondo, por lo que reengancharse al partido tenía que ser gracias al ataque y dos hombres se reivindicaron en el tercer cuarto de resurrección. Tomas Satoransky (6 puntos y 8 asistencias) y Willy Hernangómez (11 puntos y 9 rebotes), los dos jugadores más criticados probablemente durante este arranque de campaña, encabezaron la remontada visitante. Una conexión entre ambos puso el empate a 66 para comenzar el último cuarto, una noticia tan buena como inesperada tras la debacle azulgrana y que sirvió para reiniciar el partido. A pesar de los gravísimos problemas en el rebote ofensivo, el Barça logró encarar los últimos y decisivos minutos con la sartén por el mango.

Haber remontado 16 puntos era un plus anímico casi tan importante como los puntitos de ventaja que había en el marcador para los visitantes, que incluso tuvieron el favor divino para que Anderson pusiera el 84-87 en el marcador a falta de minuto y medio. A pesar de ello, el final fue a cara o cruz… y salió cara. A pesar de que el DJ de la Pionir tiró de clásicos del reggaeton para motivar a los suyos, qué inesperado fue ese Dale Don Dale, los macabeos no aprovecharon el último balón, ya que una gran defensa de los azulgranas impidió que ni siquiera alzaran el tiro, con Jabari Parker forzando la lucha que lo sentenció todo.

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