Por Javier Molero/ info@eurohoops.net
Panathinaikos no está viviendo su mejor momento en la Euroliga. El actual campeón de la máxima competición europea está con un récord de 8-7 y sensaciones irregulares, que muestran que la sinergia no es la de la temporada pasada y cuesta encontrar ritmo con la nueva plantilla.
Con cuatro derrotas en los últimos cinco partidos (ante Zalgiris, Mónaco, Partizan y Anadolu Efes), el caos se apodera de los atenienses. Incapaces de sacar los encuentros adelante y encontrar la mejor versión de sus referencias, están muy lejos de ser uno de los favoritos al título. Y más con la irrupción de los inesperados en una Euroliga fuera de lo normal.
Durante el partido frente a Anadolu, antes de la abultada derrota (93-67), Dimitris Giannakopoulos, presidente de Panathinaikos, subió el emoticono de un autobús en su historia de Instagram, desatando el caos en redes sociales y dejando entrever el enfado con su equipo. Un mensaje que parecía indicar que volverían en bus de vuelta a Grecia.
Ataman fue preguntado en Estambul por ello tras la derrota, y su respuesta fue clara y directa. “Mañana por la mañana regresaremos a Atenas en el vuelo de las 11:50”, contestó el técnico de los campeones de la Euroliga.
En una situación que va cuesta abajo y sin frenos, el corto plazo de Panathinaikos no ve luz al final del túnel. Las piezas no terminan de encajar, sufren en defensa y los esfuerzos no parecen ser los mismos. Y todo, con el posible enfado de Giannakopoulos rondando.