Por Alex Molina / info@eurohoops.net
El calendario es caprichoso y ha querido que en cuestión de días visiten el Palau Blaugrana los dos grandes últimos ídolos del mismo. Si el pasado viernes fue el turno de Nikola Mirotic, al que solamente le faltó gritar a los cuatro vientos que todavía quiere al Barça y que lo que más quiere en esta vida es volver a vestir de azulgrana, este martes toca retorno de Sarunas Jasikevicius.
El técnico lituano tomó las riendas del Fenerbahce a mitad de la pasada campaña, por lo que no es raro que aún no se haya producido la vuelta a uno de los pabellones que más lo ha querido. Es muy raro que un técnico del Barça sea aplaudido por la afición blaugrana por solamente el hecho de salir a pista. No le pasó nunca a Roger Grimau, no le ha pasado todavía a Joan Peñarroya (y veremos si llega a pasarle alguna vez) y muy probablemente no le pasará al que llegue en su lugar, sea cuándo sea. En la historia reciente, solamente Svetislav Pesic contó con el apoyo casi unánime del graderío culé, una circunstancia que tenía “trampa” ya que aterrizó prácticamente ganando la Copa del Rey y porque el recuerdo de la Euroliga de 2003 seguía muy presente en el imaginario colectivo del aficionado del Barça.
Precisamente, el título europeo es lo que siempre se le afeó a Saras, que indudablemente está en el olimpo de los ídolos azulgranas a pesar de todo lo que ha pasado tras su tercera salida del club. A diferencia de Nikola Mirotic, que solamente ha tenido buenas palabras para todo aquel relacionado con el Barça, su salida del Barça trajo muchísima cola. Por mucho que en un principio parecía que el Barça contaba con él, el Barça decidió prescindir del lituano, que se marchó por la puerta de atrás. El gran artífice, junto a Nikola Mirotic, que nadie se olvide, de que el Barça volviera a estar de forma recurrente en las Final Fours y formara parte una vez más de la élite europea, se marchó sin reconocimiento alguno y con muchas sombras en todo el asunto. En un principio parecía que todo estaba bien, ya que Saras aseguró estar muy contento de sus tres años al frente del equipo, pero con el paso de los meses quedó más que claro que algo malo, muy malo pasó entre Jasikevicius y el Barça.
¿Será la única ovación de la noche?
La debacle contra el Armani Milán nos regaló una situación tan singular como desconcertante. Por primera vez en la temporada, la pitada a los jugadores del Barça fue generalizada, una muestra de descontento que solamente cesó con la ovación a Mirotic. Emociones a flor de piel con el que durante tantos partidos fue el ídolo local y que se llevó la única ovación de la noche. La única alegría que se llevaron los fans del Barça fue volver a ver a Niko.
Todo apunta a que la historia se repetirá este martes. Salvo sorpresa monumental, Jasikevicius será recibido con honores por la afición del Barça… que no es lo mismo que el Barça. De forma incomprensible, no hubo ningún detalle por parte del club hacia Nikola Mirotic, por lo que un homenaje institucional a Saras se antoja aún más impensable… por lo que más le vale a los fans del Palau gastar los aplausos que tengan en el lituano, que puede que vuelva a haber debacle y se queden sin usar las manos.
La situación en el Barça roza la crisis. La derrota y sobre todo forma en la que el Barça cayó ante el Casademont Zaragoza han encendido todas las alarmas en el conjunto azulgrana. Pésimo juego, jugadores desquiciados y señalados, defensa inexistente y una sensación de irregularidad que han dejado al equipo fuera de las posiciones de playoff en la Euroliga y haciendo cálculos de cara la Copa del Rey en la competición nacional. Drama total que el otro gran ídolo de la historia reciente del Palau puede agrandar.