Por Javier Molero/ info@eurohoops.net
El Barça se diluye en los últimos segundos en Italia (86-81) y pierde ante una gran Virtus, que supo reinar en los momentos de caos. Cordinier, con 24 puntos, el líder de los de Ivanovic, que cerraron el aro a los azulgranas y ganaron desde la defensa y la actividad en líneas de pase.
En una buena segunda parte de los de Peñarroya, faltó rematar en los momentos claves. Caos en ciertos ataques y sin encontrar el sistema que potencie a los tiradores. La sangría del rebote ofensivo, donde Zizic fue vital, no ayudó a rematar la remontada. Jabari Parker (21 puntos) y Kevin Punter (17), los más destacados.
La Virtus salió a la pista con un quinteto alto y poco móvil. Los de Ivanovic lo intentaban continuamente desde fuera, como si el partido estuviese más avanzado. Vesely castigaba la escasa defensa fuera de la zona de Zizic, pero el Barça no iba más allá de Punter en ataque (10-4). Los locales salían con una marcha más, aprovechando las lagunas defensivas en estático de los azulgranas.
El Barça sufriendo cerrando el rebote con los infinitos tiros de Hackett, y Cordinier percutía tras bote. Juan Núñez y Jabari Parker dieron sentido con balón, con el americano manteniendo a flote a los de Peñarroya. Encontrando hombres liberados, los de Bolonia se iban 23-15 al final del primero.
Fall ofrecía soluciones en las continuaciones y bajo el aro, pero la Virtus tenía muy controlado el tempo. Morgan y Polonara, recursos de oro desde el banco para Ivanovic, y solo Parker estaba acertado desde fuera (26-22), con las pocas buenas situaciones de tiro para Brizuela y Abrines, pero el rebote ofensivo seguía siendo una sangría constante.
Punter apareció a lo grande para asentar a los de Peñarroya en el Segafredo Arena, frenar la avanzada transalpina y, posesión a posesión, acercarse al marcador y dejar el 35-34 en el camino a vestuarios.
La segunda mitad comenzó como un tornado. Clyburn y Gunter pusieron el show, pero el intercambio de canastas no favorecía a los de la Ciudad Condal. Parker dio con la clave y se convirtió en la pieza indefendible que ponía a funcionar todo (52-50).
Apareció Willy para ser un soplo de aire fresco y obligar a Diouf y Zizic a pensar en defensa (60-60), y las sensaciones ya eran diferentes. Anderson y Brizuela apretando en líneas de pase. El partido se iba abierto al último cuarto (65-65), con una versión más reconocible del Barça.
Los últimos minutos fueron una partida de ajedrez. Posesiones largas, pérdidas constantes y los azulgranas alzándose en el barro y el caos. La defensa de la Virtus aumentó, marca Ivanovic, y tiraron de orgullo para tratar de dar la vuelta a la situación (74-77).
Diouf castigaba en las continuaciones, y Cordinier aprovechaba cualquier centímetro para ir al aro y sacar las faltas necesarias (78-77). Cordinier se puso la capa de héroe para contrarrestar un gran triple de Parker y demostrar su buen físico en transición (83-81) a falta de 25 segundos, aunque falló un tiro libre que hubiese sido fundamental. El propio Jabari falló un triple totalmente liberado con 84-81, y ahí cavaron su propia tumba.
Belinelli selló la victoria de los italianos (86-81) y el Barça remó para morir en la orilla. No supieron reinar en el caos y los fallos claros ofensivos en los instantes finales lastraron a los de Peñarroya, que realizó una buena segunda mitad pero sin la madurez necesaria.
9-8 de récord y con sensacionas agridulces tras la buena victoria en el Palau en la última jornada. Los azulgranas no encuentran la regularidad, y cada cita es importante para encontrarse en la pista. La buena actuación de Jabari Parker (21 puntos) y Kevin Punter (17) no fueron suficiente para contrarrestar los 24 de un pletórico Cordinier.