Por Javier Molero/ info@eurohoops.net
Victoria sufrida del Real Madrid en casa (116-113) ante un superlativo Maccabi, que dio guerra hasta el final. Los israelíes tuvieron tiro para empatar, y demostraron personalidad en el Palacio. Una noche histórica de Campazzo (31 puntos, 8 asistencias y 42 de valoración) y la ayuda de estrellas como Hezonja (25 puntos) y Musa (20), fueron suficientes para sobrevivir a un precioso caos.
Maccabi empezó mandando con Marial Shayok a la cabeza. Los de Kattash amenazaban desde el triple, y el Madrid hizo lo mismo buscando tiros liberados. Los de Tel Aviv estaban cómodos en estático, y tuvo que ser Campazzo el que desperezase a los suyos, el encargado de poner otro ritmo y sacar pizcas de su magia. Hezonja y Musa monopolizaban un ataque más reconocible. El croata se movía bien sin balón y hacía gala de su clase cada vez que le buscaban al poste.
Garuba dio físico en el rebote ofensivo y el público vibraba con los de Chus Mateo. Solo Jokubaitis y un peleón Trevion Williams ponían impedimentos a parciales que podrían ser importantes. 33-30 al final del primer cuarto, con las defensas brillando por su ausencia, Campazzo y Musa con 11 puntos y rotaciones constantes.
Hugo González ponía al Movistar Arena con un tapón impresionante, pero los macabeos no tuvieron miedo del subcampeón de Europa y Blatt y un prodigioso Howard tomaron el relevo anotador de sus compañeros. Pero Hezonja tenía otros planes. En un despliegue de recursos y talento infinito, el balcánico firmó una de las mejores primeras partes de la temporada (44-48).
Jokubaitis castigaba a Feliz en cada defensa, y encontraba a un Sorkin liberado que hacía daño a Tavares. Chus Mateo tuvo que parar un par de veces el partido para ajustar a los suyos. El intercambio de canastas no favorecía a los blancos, y el partido se iba 57-63 a vestuarios, un ritmo anotador asombroso. Hezonja, 17 puntos.
La segunda mitad empezó con muchas interrupciones y el público descontento por las decisiones arbitrales. Sorkin y Hoard cargaban el aro con fuerza, y solo Musa asomaba en un ataque con poca fluidez (62-72). El ritmo histórico de anotación favorecía a los visitantes.
Ndiaye dio otra cara en ataque con tres triples desde las esquinas (y convirtiéndose una vez más en imprescindible), y solo la dureza en líneas de pase podía revertir la situación (72-76). Con un Palacio enchufado, el Madrid era otro. Feliz y Abalde entraban en escena para sumar en un parcial de 19-6 (81-78) y respirar profundo. En una carga anotadora sensacional, el duelo se iba 91-90 a los minutos finales.
El Madrid estaba más cómodo, pero no podía fiarse. Jokubaitis y Hoard sacaban pecho, y el Madrid sufrió con Musa en el banco (103-98). Garuba subió la intensidad defensiva, y el Facu volvió a ser imparable para sacar a los de Chus Mateo del hoyo. Blatt y Rivero lo empataron (105-105), y el murmullo se apoderó del Palacio.
En un final de infarto con canastas de ambos bandos en cada posesión, Musa tenía los tiros libres que podían decidirlo con 112-113 en el marcador a falta de 27 segundos. El bosnio no falló y Maccabi dependía prácticamente de sí mismo. La defensa asfixiante del Madrid cerró el partido para delirio del público (116-113).
Triunfo agónico en una montaña rusa, un duelo más igualado de lo esperado y con un marcador propio de la NBA. Noche preciosa de baloncesto en el Palacio, con dos equipos que priorizaron el ataque. Los macabeos tuvieron oportunidad de ganar, pero si algo sabe hacer el Madrid es competir.
Campazzo firmó uno de sus mejores partidos con la camiseta blanca. 31 puntos, 8 asistencias…¡y 42 de valoración! Actuación propia de uno de los mejores jugadores de Europa, de una estrella en la pista. Hezonja (25 puntos) y Musa (20) se sumaron a la fiesta. El Madrid ya está 12-9 y retoma el vuelo. Próximo reto: Olympiacos el jueves, en apenas 48 horas.