Por Alex Molina / info@eurohoops.net
El Barça ha comenzado la semana más importante de la temporada de la mejor forma posible, derrotando al Panathinaikos de forma espectacular por 82-73. Tercer triunfo consecutivo del conjunto catalán en la Euroliga y que ha llegado tras una muy buena reacción tras el descanso.
Dominio griego, dentro y fuera de la pista
El partido comenzó con una situación que no es la primera vez que sucede en el Palau: invasión de aficionados del equipo rival. No es que la zona reservada a la afición local estuviera llena hasta la bandera de fieles seguidores del Panathinaikos, es que había un gran número de infiltrados por toda la gradería e incluso en los asientos VIP, una circunstancia que puede que tuviera su peso en el mejor arranque de los griegos. Al ritmo de Cedi Osman (14 puntos y 5 rebotes) y Jerian Grant (18 puntos), el vigente campeón de Europa mandó durante todo el primer cuarto. Ni el buen papel de un resolutivo Fall ni la grandísima defensa de Álex Abrines (12 puntos y4 rebotes) sobre Nunn permitió a los azulgranas ir por delante en los diez primeros minutos.
No fue hasta el segundo asalto que el Barça supo lo que era eso de mandar en el marcador. El 28-23 invitaba al optimismo, pero los problemas para cerrar el rebote defensivo, la anarquía azulgrana (todo el mundo quería hacer la guerra por su cuenta, sobre todo Punter y Metu) y un bajonazo notable en defensa significaron que el Panathinaikos retomara la delantera, firmando un parcial de 2-15 para mandar el partido al descanso con un duro 30-38 en el marcador.
Kevin Punter lidera la reacción en un rol nuevo para él
La mala tarde de Punter (2/10 en tiros de campo) siguió tras el paso por vestuarios. Los tiros seguían sin entrar e incluso hubo pique con Nunn: faltas, codazos y muchísimas palabras. Dos de las estrellas que más brillan en la Euroliga estaban más que encendidas y esto sirvió para espabilar tanto al Barça como al Palau. Los aficionados culés se hicieron notar por primera vez en el partido y el equipo remontó hasta el 40-41 con ‘Big shot KP’ deslumbrando… ¡en defensa! También hubo polémica arbitral y técnica para Ataman, lo único que faltaba para convertir el partido en lo que es, el partidazo de la jornada. Los buenos momentos azulgranas no decayeron con el paso de los minutos y un triplazo emocionante de Brizuela significó un 56-49 que desató la locura en el Palau, aunque la ventaja se disparó hasta el +9 con el 59-50 al finalizar el tercer asalto.
Nunn, que quedó desconcertado tras su pique con Punter, leyó perfectamente que la defensa azulgrana se cerraba en exceso sobre él y se dedicó a repartir juego, pero el norteamericano del partido era otro. Jabari Parker (25 puntos y 8 rebotes) firmó un partido como los que hacía tiempo que no hacía, asumiendo junto a Darío Brizuela (15 puntos y 4 asistencias) el peso del ataque local y manteniendo en todo momento al Panathinaikos a una distancia cercana a los diez puntos (71-62 a falta de 4;40). ¿Volvería el Barça a derrumbarse en el tramo final? A falta de 2:03 para el final y con 73-66 en el marcador, la gran pregunta planeaba en el Palau y la respuesta fue clara: NO. A pesar de no estar excesivamente brillantes ni en ataque ni en defensa, el triunfo llegó sin sobresaltos y con fiesta grande en el Palau.