La esperanza no se pierde en Vitoria

@baskonia

Por Javier Molero/ info@eurohoops.net

Baskonia se hace fuerte en casa y derrota a todo un Panathinaikos en un partido excelente de principio a final (91-77). Los de Atenas no encontraron a sus estrellas, y el arreón de Yurtseven y Osman no sirvió para remontar. Un superlativo Luwawu-Cabarrot (20 puntos) fue el gran líder de los de Vitoria, que demostraron carácter.

Un triunfo que les deja 9-13, en la parte baja de la tabla pero con el empujón que necesitaban para creer que son capaces de vencer a cualquiera. Actuación inmaculada impulsada por un Pablo Laso que supo leer los momentos de partido y sacar ventaja en el Buesa Arena.

Panathinaikos empezó apretando en defensa, queriendo llevar el peso anotador y buscando a sus tiradores. Baskonia aceptó el pulso de los atenienses con Moneke y Luwawu-Cabarrot castigando cada error en la pista (13-6). Los de Vitoria no querían bajar el ritmo, aprovechando el momento y los malos porcentajes visitantes.

Kamar Baldwin manejó a los suyos para encontrar soluciones. Los de Atenas se fundamentaban en el músculo de Wenyen Gabriel y la visión de un Lorenzo Brown que cambió las sensaciones. La pelea por el rebote era un infierno, pero Baskonia fue cimentando poco a poco un buen colchón (22-13) para poner el broche a un inicio sensacional.

Luwawu-Cabarrot, el nuevo líder

Papapetrou rompió el buen entramado defensivo liderando junto al base con pasaporte español un parcial de 0-7 (22-20) y empezaron las dudas. Luwawu-Cabarrot es echó el Baskonia a la espalda para continuar con el ritmo del primer cuarto. Extraña poca participación de un Kendrick Nunn que no estaba cómodo en el Buesa Arena (2 puntos al descanso).

El intercambio de canastas con Juancho enchufándose y Donta Hall haciendo suyos los aros levantaba al público en un duelo que parecía de playoffs. Moneke puso una marcha más para cerrar la primera parte 48-38, claramente dominantes en la pista.

Lorenzo Brown siguió con la guerra por su cuenta, pero los grandes nombres de Panathinaikos no terminaban de enchufarse. Nunn parecía despertar, y Laso se empeñaba en atacar el aro para sacar petróleo desde la personal. Yurtseven se hizo grande mientras Hall estaba en el banco (57-51).

Un triunfo esperanzador

Las continuas pérdidas regresaron y el partido era un caos en cada jugada. Trent Forrest trató de poner orden y los de Laso firmaban un cómodo 70-57 antes de los últimos diez minutos. El Buesa Arena se volcaba y Ataman, desesperado en la banda, no encontraba soluciones. Osman apareció e hizo jugar a los suyos. Sirvió de amenaza para allanar el camino a un Yurtseven que destruía el aro baskonista (76-70). En un tira y afloja, los de Laso se sentían cómodos apretando en defensa en los instantes finales.

Victoria de mucho mérito (91-77) frente a todo un Panathinaikos, de resistencia y para creer. En una segunda mitad de temporada que debe ser excelente para cambiar la dinámica en Europa y con escasos brotes verdes, Baskonia ya mira arriba. Próxima parada en Euroliga: el Real Madrid a domicilio para confirmar sensaciones. 

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