Por Javier Molero/ info@eurohoops.net
Triunfo que levanta el ánimo al Real Madrid a domicilio (67-80) ante una Virtus que sucumbió al ritmo en la primera mitad. Victoria importante, después de cuatro derrotas en los últimos cinco partidos de la Turkish Airlines Euroleague que ayuda a afrontar con motivación las cinco jornadas restantes (15-14).
El partido se resolvió en la primera parte (33-50). A partir de ahí, todo muy cómodo, con minutos de descanso a las estrellas. Anotación repartida en los de Chus Mateo, con buena participación de secundarios como Garuba y Fernando, y sellando uno de los mejores duelos de las últimas semanas.
La apuesta del Madrid era clara desde el inicio. Con Garuba echando el cerrojo y la defensa siendo primordial, ahogaban a la Virtus en cada posesión. Las pocas ideas en estático del principio (8-11) pasaron a un frenesí que era tan necesario para cambiar los ánimos como efectivo.
Las cosas empezaron a fluir, con un ataque generoso, moviendo de dentro a fuera y acertados desde el triple (al contrario que en Atenas). Fernando impuso su físico privilegiado en las continuaciones y cerrando el rebote, minimizando cualquier intento de Justin Holiday, Polonara y compañía. Con calma los de Chus Mateo, pero con minutos brillantes para poner el 17-30 al final del primero.
Rodillo necesario para recuperar confianza
La cara de Ivanovic desde el banquillo decía todo. La Virtus no estaba en el partido. Los blancos tampoco aprovecharon los minutos de dudas, con ataques espesos. Feliz y Llull querían correr, y las defensas no eran tan efectivas en el 1vs1. Los italianos iban encontrando poco a poco tiros sencillos, pero el acierto visitante disipaba los intentos de remontada (23-39).
Ibaka dio minutos de calidad, dejando descansar a Tavares. El intercambio de canastas no beneficiaba a los de Bolonia, y aunque Chus Mateo tuvo que parar el partido (29-43), las sensaciones eran positivas. Se le nubló la vista a los subcampeones de Europa en estático, pero Serge volvió a dar soluciones en poste bajo. El 33-50 al descanso daba tranquilidad a domicilio.
Campazzo lo intentaba y lo intentaba y, como sinónimo de las últimas semanas, no le terminaban de salir las cosas. Tavares volvió a hacer suya la pintura. Garuba, en un partido sensacional para él, fue decisivo en defensa y abriendo las esquinas. La Virtus trató de no bajar los brazos desde el triple, pero los niveles eran demasiado dispares. Sin transiciones, ni contraataques y los de Chus tratando de tenerlo controlado.
Final controlado.. pero sin aprovechar
Un 54-68 antes de los diez minutos finales que daba una teórica calma. Se dejaron ir durante varios tramos aprovechando la gran primera parte. Pero faltaba rematar en el último cuarto. Sobre todo, mirando al average con la tabla tan igualada.
Con ganas de demostrar por parte de los secundarios, el parcial final fue mero trámite (como todo el partido). Un duelo clave para recuperar confianza, vital para dejar atrás las cuatro derrotas en los últimos cinco partidos. Se acercó la Virtus (61-72), y Chus tuvo que sacar de nuevo a las estrellas para evitar sustos. Tavares se encargó de volver al tramo anotador con su dominio bajo el aro.
Victoria fácil (67-80) en un partido que servía para recuperar sensaciones. Pero con la sensación de que el Madrid perdonó puntos que podrían ser importantes en una clasificación final. Con una defensa espectacular, sabe a poco el nivel ofensivo. Tavares y Musa, los más destacados con 13 puntos.
Próximo objetivo: ASVEL (jueves 20, 20:45h) en el Palacio, y con la necesidad de seguir en el camino ganador y aumentar el 15-14 en la tabla para salir de la parte media.