Lessort habla sobre su grave lesión: “Puede que esto sea una lección”

Por Eurohoops team / info@eurohoops.net

En un intento por robar el balón contra el Baskonia, la acción terminó de la peor forma posible. Justo después del descanso, en el minuto 21, Mathias Lessort tuvo que dejar la pista: una fractura de peroné en la pierna izquierda lo ha mantenido de baja desde entonces.

En lugar de irse en camilla, insistió en marcharse por su propio pie. “Dije: ‘No, puedo irme solo’. No quería irme en camilla. ‘Entré solo al pabellón, así también me voy’. Me ayudaron a levantarme y, una vez de pie, me fui. Les dije: ‘Estoy bien. No se preocupen por mí, sigan jugando’. Solo quería que mis compañeros y todos en el pabellón siguieran adelante. No quedaba nada por hacer”, declaró Lessort para la aplicación oficial del club (“CLUB 1908”).

Poco después de su cirugía, el dueño del Panathinaikos, Dimitris Giannakopoulos, lo visitó en su casa el 31 de diciembre y formalizó una extensión de contrato hasta 2028.

“Quería cerrar el acuerdo rápidamente, para que me sintiera seguro y no tuviera que preocuparme por mi contrato mientras estuviera lesionado. Estaba jugando bien, lo estábamos haciendo genial, y entonces ocurrió esto. Fue difícil de procesar. Verlo venir tan rápido y decir: ‘No te preocupes, todavía te queremos, nada cambia, tendrás el contrato y el dinero que mereces’, fue un gran gesto”.

Un pívot francés de 29 años, originario de Martinica, habló sobre varios aspectos de su lesión y recuperación. Al recordar el momento exacto en que cambió su temporada, Lessort describió su reacción inmediata: “Algunos pensarán que estoy loco, pero así es como reacciono. Si quiero llorar, me lo guardo. No quiero que me vean en mi peor momento. Cuando sucedió, miré mi pierna, vi que no aguantaba y supe de inmediato: mi partido había terminado, mi temporada podría haber terminado. Fue un shock, pero no quería irme en camilla”.

Poco después de su lesión, apareció una foto de Lessort con su hijo en la ambulancia. Explicó la historia: “Quería que todos supieran que estaba bien. Mi hijo también estaba allí, y no quería que entendiera lo que estaba pasando. Decía: ‘Papá, quiero ver el partido’, y yo estaba feliz de tenerlo conmigo. Me da energía positiva todos los días, y tuve suerte de tenerlo a mi lado ese día”.

A pesar de la difícil situación, el apoyo de sus compañeros fue muy importante: “Algunos vinieron esa noche, otros al día siguiente, algunos llamaron. Pero todos estuvieron presentes. Nuestra gran familia estuvo ahí para mí, diciéndome que me apoyarían pase lo que pase. Al principio, fue difícil estar con ellos, viéndolos entrenar y jugar mientras yo no podía. Fue difícil de sobrellevar”.

Volver a ver a sus compañeros por primera vez después de la lesión fue un momento emotivo:

“La primera vez que los visité, intenté no pensar en ello. Pero me afectó mucho, peor que cualquier otra cosa desde que era niño y no podía jugar. En aquel entonces, al menos podía entrenar y mejorar. Esta vez, estaba completamente apartado. Pero cuando regresé, todos se alegraron de verme, animándome con su energía”.

Mientras se recupera, Lessort reconoció la dificultad de estar fuera del deporte: “Espero volver pronto, pero la rehabilitación ha sido dura. Este es el tiempo más largo que he estado fuera. Nunca he lidiado con nada peor que una lesión de dos o tres semanas. Estar lejos del deporte que amo es increíblemente difícil, pero mi pasión no ha cambiado”.

Reflexionando sobre la lesión, compartió cómo ha cambiado su perspectiva: “Quizás esto sea una lección. Quizás necesitaba comprender mejor mi cuerpo. Siento que he aprendido mucho. Cuando te caes, lo importante es cómo te levantas. Ahora veo las cosas de otra manera, no solo como jugador, sino como padre. No quería que mi hijo, mi familia ni mis amigos me vieran destrozado. Esto me trasciende”.