Informa Antonis Stroggilakis desde Estambul
El Fenerbahce competirá en su segunda final consecutiva gracias a su victoria por 84 a 75, ya que logró parar el juego ofensivo del Madrid, gracias a un imperial Ekpe Udoh en la cancha. El hombre alto del equipo otomano rozó el triple-doble sumando 18 puntos, 11 rebotes, 8 asistencias y dos tapones, con un 35 de valoración, el índice más alto jamás en una semifinal de la Euroliga.
Utilizando una rotación corta el equipo del entrenador Zeljko Obradovic controló el tempo y consiguió también un gran desempeño por parte de Nikola Kalinic que acumuló 12 puntos, 6 asistencias, 6 rebotes y 4 robos. Sergio Llull anotó 28 puntos y repartió 8 asistencias, pero resultaron insuficientes para un Real Madrid desorientado.
El Fenerbahce entró muy enchufado, colocándose a una distancia de ocho puntos (21-13) al final del primer período y con 13 (26-13) un poco más tarde. Ese fue el taco para el Real Madrid, que logró hacerlo en un partido de dos puntos gracias a un parcial de 11-0 (26-24).
Sin embargo, con Bogdanovic y Vesely anotando 10 puntos cada uno, el Fenerbahce restauró el orden mandando por 10 puntos al descanso (44-34), mientras que Llull con 19 puntos fue su único salvavidas.
Los españoles trataron de mantenerse cerca, pero el Fenerbahce otra vez logró alejarse (63-50) al final del tercer cuarto, mientras Udoh y Kalinic jugueteaban con sus rivales en ambos lados de la cancha. A pesar de 4/4 triples de Jaycee Carroll, que terminó el juego con 21 puntos y 5/7 tiros desde el exterior, los blancos no podían cambiar las cosas. El Real Madrid recortó a 8 puntos (68-60) el liderato del Fenerbahce, pero no pudo hacer algo más hasta la bocina final, a pesar recurrir a una presión por toda cancha en los últimos dos minutos.
Luka Doncic, que con tan sólo 18 años tuvo un papel clave para el Madrid a lo largo de la temporada, se quedó sin puntos en ataque, sólo repartiendo 3 asistencias con 3 pérdidas del balón.