Por Eurohoops team/ info@eurohoops.net
El gigante que ha decidido mecerse al ritmo alegre del español, el primero de su larga historia, de vuelta de la NBA por una oferta de las que no se pueden rechazar: por lo económico (más de tres millones al año) y por lo deportivo (14 de las últimas 15 Final Four).
¿Cuál ha sido su primera impresión de Moscú?
Muy buena, aunque es verdad que ahora estamos a 30 grados. Lo que me ha dado tiempo a ver me ha gustado. Es un club histórico, pero también familiar. Y Moscú es diferente a lo que conocía, pues siempre había venido en invierno, hay muchísimas cosas por hacer.
Familiarmente supone otro cambio importante.
Ha sido un verano diferente para la familia. Empezó pronto y a medida que se acercaba julio nos pusimos nerviosos por saber dónde íbamos a estar el año próximo. Pero somos positivos. Cuando surgió la posibilidad del CSKA nos pareció otra gran experiencia, de vivir fuera de nuestro entorno, adaptarnos a un país y una cultura que no conocemos. ¡Y hay vuelo directo diario a Alicante (ciudad de origen de Ana, su mujer), Tenerife y Madrid!
¿Vivirán en el centro de la ciudad, como en Filadelfia?
Ya hemos encontrado casa, pero aquí, por el tráfico, es complicado vivir en el centro. Estaremos en un edificio cerca de donde jugamos.
¿Qué le ofrecía el CSKA que no le daban otros?
Las ganas que tenían de tenerme. Era difícil no elegirlo. Y luego hay que entender las circunstancias.
Porque su primera idea siempre fue la de seguir en la NBA.
Cuando terminó la temporada, sí. Eso lo he dicho siempre. Creí que iba a haber mejores ofertas para mí allí. Pero el mercado ha sido diferente al del año pasado y las opciones no me daban la estabilidad de estar más de un año en el mismo sitio. Eso ya lo viví en Filadelfia y me encantó, pero creo que en este momento no puedo plantearme una meta a tan corto plazo. A muchos jugadores de mi edad les han dado esos contratos, de un año, y no me valía: quería estabilidad profesional y personal.
Y también lo aprovechó para mejorar físicamente…
He trabajado mucho, he ganado 10 pounds (casi cinco kilos) de masa muscular. También el tiro. El año me dio oxígeno y el descanso del verano (no juega desde marzo) me ayudará a jugar más años.
En Moscú volverá la presión, la de ganar y la de sustituir a Teodosic.
Es un reto. En la NBA estaba en la mejor Liga, jugando contra los mejores cada noche. Aquí es diferente, juegas para ganar en mayo y todo lo demás es un fracaso. Es lo que me ha transmitido Itoudis. Las circunstancias se adaptan bien a mi juego. Esa presión me va a venir bien.
¿Entiende que algunos aficionados madridistas hablen de traición por no regresar allí?
Mi relación con el Madrid siempre ha sido buenísima. Estar en un sitio tantos años, con todo lo que he conseguido… siempre voy a tener un buen recuerdo y voy a ser parte del Madrid. Entiendo las circunstancias. Tenía que esperar algo de la NBA que me pudiese convencer o atraer. Cuando veo que las cosas no van en la dirección que yo querría, sí, hay conversaciones con el Madrid, pero ellos tienen el equipo hecho y no hay hueco. Hablan con mi agente del futuro, pero dijeron que este año no, que el equipo estaba cerrado. No entiendo lo de traición, la mejor opción para competir por todos los títulos este año se dio en el CSKA.
En octubre vuelve al Palacio vestido de rojo, habrá muchos aplausos, ¿le hará daño si alguien le pita?
Volver al Palacio va a ser especial por todo lo que he hecho allí. Y cada uno podrá hacer lo que quiera, como es lógico. La ilusión de poder jugar al baloncesto al máximo nivel es lo que me da gasolina.
Fuente: www.elmundo.es