Por Alex Madrid / info@eurohoops.net
259 días después de su lesión, Sergio Llull volvía a pisar una cancha de baloncesto e iba a dejar su huella en ella. El Real Madrid consiguió ponerse por delante en la eliminatoria en un partido en el que Llull fue clave anotando 8 puntos en el último cuarto el día de su vuelta:
“Ha sido un día muy emocionante para mí, no veía la hora de que empezara el partido”, dijo el base madridista. “El recibimiento, la presentación y, cuando he saltado a la cancha, ha sido espectacular. Se me ha puesto la piel de gallina, ha sido un momento muy bonito que recordaré siempre. Estoy muy agradecido a esa afición que ha venido a una hora rara a llenar el Palacio, a ayudar al equipo y a demostrar ese cariño”.
“Estaba nervioso. Son ocho meses y medio sin jugar. Había mucha expectación con el regreso y yo quería hacerlo bien, como es normal. Antes de jugar tenía ese cosquilleo de los partidos especiales. Al final, he podido centrarme en ayudar al equipo a ganar y poner ese 2-1.”
Desde agosto, el base internacional supo que su recuperación llevaría tiempo y, por eso, no quiso adelantar los plazos:
“Desde el primer día que me lesioné, lo me metieron en la cabeza. Me mentalicé, no he tenido prisa. Es cierto que estas últimas semanas ya estaba haciendo un poco largo. Coincidía que el partido era en casa, era especial, un partido importante. A la gente le ha venido bien, también. Creo que ha sido una buena decisión y hemos ganado, así que contento”.
Tras anotar dos de sus famosas ‘mandarinas’, Sergio Llull se dejó llevar en la celebración liberando la tensión:
“Era un poco de rabia acumulada, mucha alegría porque al principio del partido no he metido los tiros. Cuando metes dos, en un momento importante, y ves que el Palacio se vuelve loco, es un momento de mucha alegría”.
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