Por Antonis Stroggylakis/ info@eurohoops.net
Bueno, como cada año por estos días, Eurohoops presenta a los 100 mejores jugadores de la Euroliga antes del arranque de la nueva temporada. Una lista de jugadores compilada con algunos criterios específicos con el propósito de rastrear y clasificar aquellos jugadores que se espera que destaquen en la próxima campaña.
Si bien hay algunos factores objetivos que se tuvieron en cuenta al elegir a los 100 jugadores y luego clasificarlos, el resultado final es, inevitablemente, subjetivo.
Como siempre, hubo un riesgo calculado para los novatos, especialmente aquellos que no están familiarizados con el baloncesto europeo. Por eso, algunos jugadores que harán pinitos en la Euroliga se han omitido de la lista o se colocaron en posiciones más bajas en comparación con los novatos con una experiencia considerable en un nivel competitivo del baloncesto europeo. La experiencia en este nivel y tipo de baloncesto es importante, ya que hemos visto a varios jugadores de calidad, incluso con larga experiencia NBA, sufrir por encontrar su hueco en un nuevo entorno simplemente porque no están familiarizados con todo lo que abarca el baloncesto europeo.
Lo que se debe tener en cuenta es que un jugador de un equipo que luchará por el trofeo o aspira llegar a la Final Four está automáticamente colocado en un lugar más alto en comparación con otro con aspectos individuales posiblemente similares o iguales, o incluso superiores. Esta es la razón por la que encontrarás que hay un mayor número de jugadores de potencias conocidas, aparte del hecho de que estos equipos suelen firmar los mejores talentos.
Como cada año, el ranking de los mejores 100 jugadores de Eurohoops se basa en los siguientes criterios (en este orden):
1) La calidad individual de cada jugador en combinación con el papel y el tiempo de juego que esperamos que tenga en su equipo.
2) La potencia del club para el que juega. Los jugadores de los equipos que suelen frecuentar los playoffs y están considerados entre los contendientes del título siempre llevan ventaja, ya que combinan la calidad individual con las grandes aspiraciones de su club.
3) Lo que cada jugador ha logrado en su carrera euroliguera, combinado con la perspectiva que lleva para la temporada 2017-18.
Comencemos la cuenta atrás, presentando a los que está entre las posiciones 100 y 91.
90. Earl Clark (Buducnost)
Año de nacimiento: 1988
Posición: Alero
Estatura: 2.08
Estadísticas de la temporada 2017-2018: 10.7 puntos, 4.3 rebotes, 0.5 asistencias en 23 minutos por partido con el Besiktas en la FIBA Basketball Champions League.
Después de seis años en la NBA, Earl Clark ha surgido, en las últimas dos temporadas en el Besiktas, como uno de los jugadores más interesantes tanto en la liga turca como en la FIBA Champions, lo que le ha permitido fichar por un equipo de la Euroliga, el Buducnost montenegrino.
De acuerdo, la última temporada del estadounidense no fue tan productiva como la 2016-17 (13.6 puntos, 5.6 rebotes por partido en la BCL) pero sigue siendo un jugador con las capacidades de una máquina anotadora, un alero que posee una amplia gama de habilidades ofensivas. Solo que esta vez tendrá que usarla de manera efectiva en un escenario más complicado como lo es el de la Euroliga, algo nada fácil.
Ya que lo más probable es que será el jugador al que el entrenador Aleksandar Dzikic encomendará la mayoría de las misiones ofensivas, el desempeño de Clark será un factor clave para el balance del Buducnost en su regreso a la Euroliga.
89. Marcus Eriksson (Gran Canaria)
Año de nacimiento: 1993
Posición: Escolta/Alero
Estatura: 2.01 m
Estadísticas de la temporada 2017-2018: 15.4 puntos, 1.9 rebotes y 1.3 asistencias en 24:39 minutos por partido con el Gran Canaria en la Eurocup.
Hay que esperar un Marcus Eriksson completamente diferente al que se le presentó al público durante la campaña 2016-2017. Con las manos atadas debido a una serie de lesiones, el entonces entrenador del Barcelona Lassa, Giorgos Bartzokas, incluyó al joven sueco en la rotación del equipo azulgrana, junto con muchos otros jugadores jóvenes. No tenían experiencia, y la Euroliga resultó ser una tarea laboriosa para ellos.
Han pasado dos temporadas y Eriksson se ha convertido en nada menos que uno de los tiradores más letales fuera de la NBA. Sus estadísticas desde el exterior fueron excelentes (45/82 – 54.9% en la Eurocup más 67/151 – 44% en la ACB) pero no le hacen justicia a la belleza de su estilo de lanzar el balón. El jugador sueco clava sus tiros tras un pase de mano a mano, saliendo de la pantalla, parando su drible, con/sin manos frente a él, o en una posición de “coger y lanzar”. Lo hace pasar de todas las maneras.
Eriksson es el tipo de jugador que tira una cantidad quizás desproporcionada de triples en comparación con sus intentos de dos (151/98 en la ACB, 82 contra 67 en la Eurocup) pero eso no significa que tenga miedo de llevar el balón a la canasta si es necesario. Simplemente dice mucho de la gran confianza que tiene en su muñeca.
88. James Anderson (Anadolu Efes)
Año de nacimiento: 1989
Posición: Escolta/Alero
Estatura: 1.97 m
Estadísticas de la temporada 2017-2018: 9.2 puntos, 2.8 rebotes, 1.3 asistencias in 21:45 minutos por partido con el Khimki Moscú en la Euroliga.
Desde que regresó a Europa, James Anderson ha ayudado a dos equipos (Darüşşafaka Estambul, Khimki Moscú) que nunca antes habían llegado a los playoffs de la Euroliga. Sin embargo, con el Efes solo llegar a los cuartos de final podría ser insuficiente.
Quizás por primera vez en su carrera europea, Anderson jugará para un equipo donde hay una gran presión para el éxito. El Efes rozó la Final Four en 2017, pero no logró clasificarse para los playoffs de la temporada pasada. En Turquía, el equipo no ha ganado la liga desde 2009.
Será interesante ver cómo Anderson se adaptará a una situación nueva para él después de dos temporadas en las que a menudo rendía, pero fue algo deslucido. Eso no significa que dejó de ser un jugador ofensivo eficiente, particularmente potente contra defensas de ajustes al par y con un tiro medio que puede “matar” cuando encuentra su ritmo. Queda por ver cómo aprovechará su talento en un equipo que ya está repleto de armas ofensivas y en el que la química (o la falta de ella) podría, al final, establecer la diferencia.