Por Alex Madrid / info@eurohoops.net
El Real Madrid comenzaba la Euroliga como la terminó, enfrentándose al Fenerbahce. Y, al igual que ocurriera en Vitoria, los blancos derrotaron al equipo de Zeljko Obradovic (81-77) con una nueva clase magistral de Facu Campazzo.
Si mira su hoja estadística (14 puntos, 4 rebotes y 8 asistencias) le parecerá obvio, pero déjeme recordar que el baloncesto son más que números. El impacto en el partido del base argentino fue mucho más allá y se reflejó en los resultados parciales. Y, afortunadamente para su equipo, también en el final.
El Real Madrid bailaba al Fenerbahce cuando Campazzo dirigía. Y, sin embargo, se diluía cuando ocupaba una silla del banco. Para muestra, esta vez sí haga caso a sus estadísticas. Ese +22 que aparece al final señala el impacto real que tuvo en el encuentro. Entre unas cosas y otras, volvió al parqué a falta de tres minutos. El partido estaba empatado y el Madrid necesitaba ese chispa ofensiva y ese plus defensivo (que le pregunten a Kostas Sloukas). Y, sobre todo, que ganara el partido.
El Fenerbahce demostró que, pese a las bajas, tiene un equipazo armado hasta los dientes. La calidad de sus fichajes –Nando De Colo y Derrick Williams– poco tienen que envidiar a las mediáticas incorporaciones del Barça. Ambos realizaron un gran partido, pero el dueño del ritmo fue otro. Que me perdonen Jeff Taylor (19 puntos) y Anthony Randolph (15 puntos).
Foto: Real Madrid Baloncesto