Por Alex Madrid / info@eurohoops.net
Jaycee Carroll decidió el clásico europeo de la misma manera que decidió el clásico español en las finales de la ACB: con un triple salvador. El escolta del Real Madrid volvió a asumir la responsabilidad y, aprovechando el espacio que Edy Tavares le había dejado, acabó con el Maccabi (86-85).
El Madrid jugaba a medio gas. Los seis puntos de renta parecían suficientes siempre y cuando no se despistaran demasiado. Pero el 0-12 de salida del Maccabi tras el descanso demostró que, ni mucho menos, la segunda parte iba a ser un camino de rosas. La reacción llegó de los cinco que encajaron el parcial, pero el choque iba a ser igualado hasta el final. Tanto que, a falta de tres minutos, los dos equipos habían anotado 77 puntos.
Eran los minutos de Scottie Wilbekin, que monopolizó el ataque visitante hasta que, dolorido, tuvo que dirigirse al banquillo. Aún quedaban dos minutos y su equipo ahora vencía por dos puntos. Una canasta al poste y un robo de Gaby Deck volvían a equilibrar el encuentro. Un minuto y bajando. Recibió Facundo Campazzo, liberado en la esquina. Podría haber sido una crónica relatando cómo los argentinos dieron la victoria al Real Madrid. Pero falló.
Quien no erró fue Wilbekin desde la personal, que estaba de vuelta en la pista. Tampoco Jordan Mickey, que consiguió ir a la línea tras capturar un rebote ofensivo. Todo parecía orientado a que Wilbekin se convirtiera, con 11 puntos en el último cuarto, en el gran protagonista del encuentro. Pero Jaycee Carroll tuvo la última palabra a 5 segundos de la bocina.