Por Aris Barkas/ barkas@eurohoops.net
Mientras que la Euroliga se está preparando para el sorteo de la temporada 2015-16, el asalto de la FIBA continúa. La federación internacional de baloncesto quiere tener su propia Euroliga, que incluirá todos los grandes clubes del continente.
Como ha informado el “El Mundo Deportivo”, el Real Madrid, el Barcelona, el Olympiacos, el Panathinaikos, el Anadolu Efes, el Fenerbahce/Ulker, el CSKA Moscú y el Maccabi Tel Aviv han sido invitados por la FIBA a abandonar la Euroliga con el fin de competir en la nueva liga.
Las apuestas son más altas que nunca y queda por ver cuál será la respuesta de esos equipos, algo que claramente tiene que ver con el dinero que obtendrían o no de la FIBA. De acuerdo con el diario español, la oferta actual de la FIBA promete a los clubes 50% más de ingresos para la próxima temporada, en comparación con los ingresos que obtendrán de la Euroliga. Sin embargo, en este momento todos los equipos están representados en Barcelona, preparándose para el sorteo de la Euroliga.
Mientras tanto, el club francés, ASVEL, propiedad del icono francés, Tony Parker, aclaró hoy que competirá la próxima temporada en la “nueva Eurocup”, que será organizada por la FIBA. Esta competición reemplazará a la Eurochallenge, que hasta la temporada pasada era considerada un torneo europeo de “tercera clase”. Es evidente que la FIBA empujará duro con el fin de recuperar el control de las competiciones europeas de clubes y, según fuentes del Eurohoops, la clave en este conflicto puede ser el Maccabi Tel Aviv.
Durante la temporada corrían muchos rumores según los cuales al menos el Panathinaikos, los clubes rusos y turcos, cada uno por sus propias razones, estaban listos para cambiar bandos y jugar en la Euroliga FIBA. Sin embargo, el Maccabi de Tel Aviv, el equipo con el mayor contrato televisivo en Europa, puede ser el jugador clave en un posible conflicto entre las dos ligas.
En pocas palabras, muchos creen que al final el Maccabi va a decidir el resultado de la “guerra”. A diferencia de otros clubes europeos, el “equipo del pueblo” funciona mucho como un negocio y no sólo como una afición de ricos propietarios. Por eso, si el Maccabi decide cambiar bandos, se espera que muchos lo sigan. La temporada 2000-01 el Maccabi jugó en la Suproliga de la FIBA, venció en la final al Panathinaikos y el verano de 2001 decidió unirse a la Euroliga. Desde aquel entonces la Suproliga dejó de existir ya que la FIBA llegó a un arreglo con la Euroliga.