Por Panos Katsiroubas/ info@eurohoops.net
Estamos a mitad de camino en la actual temporada de la Liga Endesa, y tras 17 partidos el Valencia sigue invicto. Esta es la primera vez en muchos años que un equipo que no es ni el Barcelona ni el Real Madrid está en la cima de la tabla clasificatoria después de tantos partidos.
Lo que el Valencia logró alcanzar es un milagro baloncestístico. Con la llegada de un nuevo entrenador y muchos cambios en el roster, el equipo taronja juega a un baloncesto muy atractivo, especialmente en la zona ofensiva. Todo el mundo sabía que Pedro Martínez era un entrenador fantástico, ya que había hecho un gran trabajo con el Herbalife Gran Canaria, pero lo que logrado con el Valencia en tan sólo 6 meses y la manera con la que el equipo actúa es lo mejor de las ligas nacionales en lo que va de la temporada.
La identidad del equipo cambió mucho en verano, con muchos jugadores saliendo y muchos otros nuevos incorporándose a la plantilla. Pau Ribas, Luke Harangody, Sergei Lishchuk, Nemanja Nedovic, Kresimir Loncar y Pablo Aguilar dejaron el equipo en busca de nuevos horizontes. Los nuevos refuerzos no fueron tan impresionantes y mucha gente pensó que el Valencia no estaría en el mismo nivel de competitividad que los años anteriores.
Lucas Sikma vino del Tenerife después de 2 años muy buenos en el equipo, San Emeterio dejó el Baskonia tras muchos años y Jon Stefansson dejó el Málaga para jugar en el equipo taronja. También fue fichado John Shurna que tenía experiencia de la liga ACB tras haber jugado durante dos temporadas en el Badalona.
También llegó Justin Hamilton. Un ex de Iowa State con una fantástica carrera universitaria y una estadística impresionante. Sin embargo, no había logrado hacer una carrera en la NBA, y el Valencia le dio la oportunidad de hacer un nuevo paso en su carrera internacional, su tercero hasta ahora.
Al final, esta plantilla resultó ser una mezcla de jugadores talentosos, unos veteranos, que mucha gente había considerado incapaces de jugar en el más alto nivel, y de jugadores que estaban en busca de una temporada de explosión. Tras 30 partidos en la Liga Endesa y la Eurocup los resultados son impresionantes. 29 victorias y sólo 1 derrota, contra el Limoges la semana pasada. El equipo también tuvo que superar la lesión de uno de sus mejores jugadores, ya que Sam Van Rossom se lesionó la pierna. Afortunadamente Antoine Diot, otro nuevo jugador que fue firmado durante el verano cumple con lo prometido y aun más.
A pesar de muchas incorporaciones, el Valencia juega un gran baloncesto y demuestra cómo debe ejecutar en ataque un equipo moderno sobre todo en los puestos de aleros y pívots. Todos los jugadores de este equipo pueden crear y lanzar la pelota con eficacia. Es el único equipo europeo en el que cada jugador puede tirar la bola desde el perímetro, lo que crea muchos espacios en la ofensiva y puede forzar muchos ajustes defensivos incómodos para poder parar este ataque desde todos los lados.
Guillem Vives, Sam Van Rossom y Antoine Diot son jugadores que pueden controlar el ritmo en ataque, pueden penetrar y tirar la bola con eficacia y también crear jugadas para sus compañeros de equipo. También son buenos defensores y pueden presionar a los bases del rival.
Con su talento Jon Stefansson, Fernando San Emeterio y Rafa Martínez crean una múltiple amenaza ofensiva y son capaces de hacer daño a cualquier defensa. Stefansson y Martínez pueden disparar el balón desde el perímetro de una manera excepcional, algo que se nota en sus números. San Emeterio es un jugador maravilloso en situaciones de aclarado y puede dar muchas soluciones en los ataques de transición. Vladimir Lucic y Romain Sato son jugadores que pueden ayudar con las paradas defensivas que ofrecen al equipo, y ambos pueden dar soluciones en ambos extremos con su talento y su capacidad atlética.
La diferencia más grande y la razón de que este equipo tiene éxito en este momento es la forma en que los aleros y los pívots desempeñan en la ofensiva. Pueden amenazar a cualquier tipo de defensa que se enfrenten y es muy difícil de pararles. Los cuatro pueden jugar el juego interior-exterior de manera muy eficaz. Pueden poner pantallas sobre la pelota y luego saltar para tirar desde el perímetro, pueden colocarse lo más profundo del poste bajo para acabar con una canasta cerca de la pintura. También pueden botar y crear jugadas en el poste.
Esta variedad ofensiva pone un montón de problemas a todas las defensas y los ajustes no son fáciles. El Valencia es el único equipo de la Liga Endesa en el que cada jugador tiene más de un intento de triple por partido. Lo que es más, aciertan con un 43%. Para poder contener a un ataque tan móvil los pívots del rival tienen que defenderse tanto en el interior como en el exterior.
Sikma, Dubljević y Hamilton también juegan bien en los postes ya que pueden colocarse rápidamente en el poste bajo y tomar ventaja de cada desajuste tras los cambios en defensa que la mayoría de los rivales se ven obligados a hacer cuando juega contra el Valencia. La mayor ventaja de este equipo, excepto el talento y la profundidad del roster, es la concentración mental por medio de la cual pueden sacar ventaja y tomar lo mejor del partido.
Todos los méritos hay que reconocerle al “mago” Pedro Martínez que creó este equipo y le proporcionó la química necesaria. El Valencia es un equipo muy bien entrenado, un equipo que ha sido construido este año a base de las decisiones de su entrenador. Así que se merece un crédito importante por lo que este equipo demuestra en la cancha. Tenemos curiosidad de ver si el Valencia puede hacer una sorpresa, empezando con una posible conquista de la Copa del Rey, tras un predominio de 6 años del Real Madrid y del Barcelona.
Pase lo que pase al final, el proyecto del Valencia Basket es uno de los proyectos baloncestísticos más interesantes que hemos visto la última década en el baloncesto europeo, y este es el mayor logro de este equipo hasta ahora.