Por Eurohoops team/ info@eurohoops.net
Gracias a un rejuvenecedor Joey Dorsey, el Barcelona convirtió, lo que inicialmente parecía ser un partido difícil ante el Olympiacos, en un triunfo (82 – 66). Los catalanes no sólo dominaron el partido, sino que también se hicieron con el basket average.
Joey Dorsey fue el protagonista indiscutible del Barcelona. Su estadística (13 puntos, 8 rebotes, 3 robos, 3 asistencias, 2 tapones) fue impresionante, ya que era su primer partido de la Euroliga esta temporada, aunque no demuestra la importancia de su presencia en ambos extremos de la cancha.
De salida, el Olympiacos se colocó por delante en el marcador. Spanoulis finalizaba las jugas de su equipo con botes para sumar 6 de los 10 puntos de los helenos en los primeros 4 minutos del partido contra tres del Barcelona. Xavi Pascual recurrió a los servicios de Joey Dorsey, viendo que su equipo tenía muchos y bastante obvios problemas contra las jugadas de bloqueo y continuación del Olympiacos. El pívot estadounidense hizo lo que su entrenador quería que hiciese, fortaleciendo masivamente la defensa de los catalanes, creando, al mismo tiempo, un polo adicional en ataque. El Barcelona enseguida equilibró la balanza y el primer cuarto acabó con un empate (19 – 19).
Los locales no tardaron mucho en adelantarse en el marcador (26 – 23). Con Carlos Arroyo y Pau Ribas cumpliendo con sus deberes, el ataque del Barcelona se hizo más imaginativo, pero la diferencia clave se hizo notar en el otro extremo de la cancha, con Joey Dorsey interrumpiendo los esfuerzos ofensivos del Olympiacos. Junto con Samardo Samuels, llevaban la carga en ataque, permitiendo a los catalanes apoderarse del partido y sacar lo mejor de él, mientras que su rival no carburaba, cometiendo un error tras otro. Los azulgrana llegaron al descanso arriba con 14 (45 – 31).
En la segunda mitad, los de Pascual no bajaron la intensidad, castigando a los rojiblancos con su tiro exterior. Tres triples consecutivos estiraron la ventaja de los culés, con Perperoglou llevando la diferencia a su máximo nivel (¡23 puntos!) tras un lanzamiento de tres puntos. Aparte de algunas jugadas personales de Daniel Hackett, que parecía que estaba solo, nada funcionaba en el ataque del Olympiacos. Ni siquiera los tiros libres, ya que en algún momento los griegos habían acertado en tan sólo 5/14. El Barcelona fue imparable en ataque, llevando la diferencia hasta los 25 puntos poco antes del final del tercer cuarto.
Como dicen, el resto es historia. Los esfuerzos del Olympiacos para recortar las distancias resultaron inútiles. Desde cualquier punto de vista, el Barcelona se atribuyó una gran victoria.