Por Eurohoops team/ info@eurohoops.net
Un clásico lleno de emociones que se podría esperar de un choque de esta índole se disputó en el Palau Blaugrana. El Barcelona se llevó la victoria en la final al derrotar al Real Madrid por 72 a 65, ganando tanto el partido de ida como el de vuelta contra su archirrival colocándose en la tercera posición del Grupo F.
Stratos Perperoglou hizo uno de sus mejores partidos con la camiseta de los azulgranas, terminando el partido con 20 puntos, 6 rebotes, además de meter unos tiros libres cruciales al final del partido que sellaron el resultado final. Tomas Satoransky estalló a principios del duelo con 8 puntos en 10 minutos para llegar a sumar 17. El Real Madrid otra vez confió en la consistencia de Gustavo Ayón, pero no tenía ayuda del resto de sus estrellas.
El partido tenía dos caras completamente diferentes. El aspecto de la primera mostró un dominio completo de los azulgranas que acabaron al primer cuarto con un ¡¡¡25-4!!! y luego llegaron a ganar por 23 (39 – 16), poco antes del final del segundo cuarto. La segunda cara tenía destellos de una gran remontada del Real Madrid, que endosó un parcial de 13 – 38 que les dio a los visitantes una renta de 2 (52 – 54), justo al inicio del último cuarto. Pero cuando todas las piezas del rompecabezas se ensamblaron entre sí, la imagen completa retrató la victoria del equipo de Xavi Pascual.
Sin embargo, por un momento a principios del último cuarto, el momento claramente indicaba una victoria del vigente campeón. Con Ayón siendo un punto focal en la ofensiva, los madridistas consiguieron una ventaja de 6 (52 – 58). Pero ese fue el punto cuando el interruptor se convirtió una vez más en los anfitriones favorecen, gracias a la presencia simultánea en la cancha de Tomas Satoransky, Joey Dorsey y Stratos Perperoglou.
El primero anotó unos puntos seguidos que igualaron el partido, mientras que el pívot estadounidense cerró el rebote y llenó los huecos en la defensa del Barça. Luego surgió Perperoglou para hacer dos más uno (66 – 64) a 84 segundos del final, y cuando los madridistas comenzaron a enviarlo a la línea de tiros libres el heleno tenía la sangre fría para salvaguardar el liderato de su equipo hasta la bocina final.