Por Antonis Stroggylakis/ info@eurohoops.net
Bueno, ¿qué les parece una nueva repetición de la semifinal de la Final Four del año pasado? Esta vez filmada en el fondo de un choque playoff. Especialmente cuando uno de los dos equipos tiene un ardiente deseo de venganza, mientras que el otro quiere defender su corona. Delicioso, ¿verdad? Háganse unas palomitas de maíz y prepárense para un espectáculo único que promete ser la serie entre el Fenerbahce y el Real Madrid.
Durante la mayor parte del Top 16, el Fenerbahce parecía – y tal vez lo era – el equipo más poderoso de la Euroliga. Punto y aparte. Ganaron partido de cualquier forma imaginable: imponiendo una defensa física y por medio de pantallas ofensivas sublimes, siendo claramente superior durante los 40 minutos de juego o haciendo algunas remontadas épicas. Los de Obradovic simplemente no podían perder, y por ello acabaron la segunda fase con un balance de 11 victorias y 3 derrotas, el mejor entre los demás equipos.
Por supuesto, todo esto fue posible gracias a la presencia de Jan Vesely en su roster. Su lesión impactante que le mantendrá fuera de acción durante los playoffs es un contratiempo clave para los turcos. El pívot checo promediaba 12 puntos, 7 rebotes y 1 tapón, además de proporcionar una presencia dominante en ambos extremos que no se refleja en los números.
Ahora el Fener quiere llegar a la Final Four, eliminando el actual campeón, el equipo que casi les apisonó en la semifinal de 2015. No, los jugadores de Obradovic no van a entrar en los partidos gritando “la venganza es nuestra”, pero lo que ocurrió en mayo pasado es un ingrediente que convierte una deliciosa serie en aun más picante.
El Real Madrid va a arrancar los cuartos de final con un balance de 12-12. Se las arreglaron para vencer al Khimki Moscú y clasificarse in extremis del Top 16. Antes de eso, el juego madridista tenía muchos vaivenes, sobre todo cuando se trataba de cubrir la retaguardia. Encajar 83,1 puntos por partido en el Top 16 no es precisamente halagador, pero hasta ahora el Real no lo ha pagado muy caro.
A menos que los campeones mejoren significativamente su rendimiento defensivo, van a necesitar algo mejor que su promedio ofensivo de 83.8 contra un Fenerbahce que sólo concede 73 puntos por partido. A pesar de no tener el factor cancha, los de Laso tienen experiencia, calidad, un estilo de juego complicado y, más importante, la mentalidad para salir de un apuro cuando todo parece estar contra ellos.
El enorme talento ofensivo de Luigi Datome lo convirtió en uno de los pilares de la estructura del Fenerbahce. No sólo fue el máximo anotador de su equipo en el Top 16 (13,6 puntos por partido), sino también muy contenido en sus intentos, disparando con un 62% en tiros de campo y un 55% desde la línea de tres puntos. Es muy difícil detenerlo cuando está en racha. El italiano también es un emparejamiento temible para la mayoría de los aleros madridistas.
Siendo el máximo anotador de su equipo (13,5 puntos por partido) y el segundo mejor pasador (4,9 asistentes por partido), Sergio Llull proporciona la mayoría de los puntos, pero ante el Fenerbahce su trabajo no se limitará sólo a la anotación. Puesto que siempre se ocupa del base rival más peligroso, Llull será el que va a tratar de reducir la actuación astuta de Bobby Dixon, sin dejar de cumplir con lo prometido en el otro extremo
La batalla de los gigantes entre Ekpe Udoh y Gustavo Ayón hará temblar la zona del poste bajo. Aunque son dos jugadores muy diferentes, ambos influyen en el juego de su equipo a un grado enorme. Con Jan Vesely baja, Udoh, el mejor taponador (2.1 tapones por partido) del torneo y un excelente defensor en general, tendrá que mantenerse firme como un coloso sobre todo contra el Titán. Las razones son simples …
Cuando Ayón recibe el balón cerca de la canasta es lo suficientemente hábil para ser peligrosísimo en muchos sentidos. Aparte de la anotación (11 por partido) también puede pasar (2.4 asistencias por partido) a sus compañeros de equipo. Es el mejor reboteador ofensivo sin el balón (tres por partido) en la competición, gracias a su sentido del tiempo y posicionamiento. Junto con Felipe Reyes seguro que van a apuntar a Udoh y tratar de provocarlo a hacer faltas rápidas que lo pondrían fuera de su camino.
Factores X:
Su notable capacidad de hablar cuando todos se callan, es casi extraordinaria. Por supuesto, no es su único poder. Bogdan Bogdanovic y Sergio Rodríguez son los ases poco opacos en las mangas de sus entrenadores. Entre todos los demás servicios que prestan, su habilidad de cambiar el rumbo a favor de su equipo cuando las cosas parecen ir mal es lo que los hace aún más especiales.
Zeljko Obradovic se clasificó para una Final Four seis veces (2005, 2007, 2009, 2011, 2012, 2015) tras siete (seis con el Panathinaikos, uno con Fenerbahce) series de playoffs. Perdió sólo una vez (2006), mientras lleva un balance de 17 triunfos y 7 derrotas. Hay una razón por la cual él es el entrenador más célebre de la Euroliga, ¿verdad?
Cada participación individual en el Top 8 da un billete para la Final Four de Pablo Laso hasta ahora. Ha ganado tres (2013, 2014, 2015) series de playoffs en su carrera, todos ellos con el Real Madrid, y tiene un balance de 9-3.
Tradición:
Para el Fenerbahce es cuestión de “barrer o ser barrido”. El equipo turco cayó con 2-0 en la serie de 2005 (vs CSKA Moscú) y 2008 (vs Siena), mientras que por primera vez logró llegar a la Final Four del año eliminando al campeón Maccabi con 3-0.
El Real Madrid logró su pase para una Final Four después de las series de 2011, 2013, 2014 y 2015. El Top 8 se convirtió final del camino para los madridistas en 2009 y 2010, mientras que su balance de victorias y pérdidas es de 14-11.
Huevo de Pascua:
Zeljko Obradovic fue el primer entrenador del Real Madrid, cuando los españoles ganaron el Campeonato de Europa en 1995. 20 años después: Obradovic lleva al Fenerbahce a la Final Four, pero cae ante el Real en la semifinal, que luego gana su primer título euroliguero desde que el serbio estaba en el timón del equipo. Además, en sus últimos dos años en el Real Madrid (1995-1997) uno de sus jugadores fue …¡Pablo Laso!