Por Eurohoops team/ info@eurohoops.net
Un partido de pura intensidad playoff que no es recomendable para los impresionables. Tal vez no un partido entre dos equipos, sino una batalla en la que un equipo bien formado y eficiente logró derribar la pura voluntad, brillantez extrema y la mentalidad ganadora que sólo uno de la grandes de la Euroliga pueda poseer.
En uno de los partidos más emocionantes y fascinantes de la historia de los playoffs de la Euroliga, el Laboral Kutxa derrotó a Diamantidis, perdón, al Panathinaikos en la prórroga por 82 a 78. La serie está ahora a 2-0 a favor de los vascos, a pesar de una actuación épica del capitán heleno. Queda por ver si los verdes serán capaces de hacer lo que ningún equipo ha hecho en la Euroliga, regresar de un 2-0 en la serie de segunda fase, o si el Laboral Kutxa terminará lo que ha comenzado.
Los locales entraron arrancaron la prórroga con un parcial de 7 – 2, gracias a unas jugadas individuales de Giannis Bourousis. El Panathinaikos puso el marcador a 80 – 78, a un minuto antes de la bocina final, gracias a unas jugadas un poco apresuradas y tuvo la oportunidad de empatar el partido, incluso en el siguiente ataque. Pero el gancho de Raduljica desde casi debajo del borde no dio en el blanco y, lo que era peor, los jugadores del Laboral movieron el balón lo suficientemente bien como para dejar sólo cuatro segundos en el electrónico antes de que Darius Adams recibiera una falta. El máximo anotador por una vez más del Laboral Kutxa fue infalible desde la línea de tiros libres, haciendo 24 sus puntos 24 y sentenciando el duelo.
Antes del tiempo extra fuimos testigos de otro espectáculo de la leyenda griega – Dimitris Diamantidis – a lo estilo “3D”, que sólo él puede montar. El capitán de los verdes fue mágico, anotando él mismo, dándoles a sus compañeros de equipo la oportunidad de encestar, siendo omnipresente en defensa, convirtiéndose, más o menos, en el único resquicio de esperanza para el Panathinaikos. Gracias a él, los visitantes regresaron de un 61 – 51 a principios del último cuarto, y un triple suyo forzó el tiempo extra.
Diamantidis terminó el partido con 17 puntos y 6 asistencias, pero no tenía ayuda por parte de sus colegas. Elliot Williams agregó 12 puntos, cinco de ellos cerca del final del cuarto período, pero sólo metió 5/14 de campo campo y hecho tres pérdidas de balón, mientras que no repartió ni una sola asistencia.
El diablo estaba en los detalles. En los cinco minutos extra, el Baskonia se aprovechó de Bourousis en el poste bajo para llevarse una temprana ventaja que lo condujo a la victoria.