Por Panos Katsiroubas/ info@eurohoops.net
La lupa se centra en el quinto partido entre el Lokomotiv Kuban Krasnodar y el FC Barcelona Lassa, ya que el equipo ruso ha logrado clasificarse para la Final Four de la Euroliga por primera vez en su historia.
Tras un emocionante partido en el que el Lokomotiv logró someter de nuevo al Barcelona, Krasnodar está celebrando el orgullo y la alegría de la ciudad. Impulsado por la victoria a domicilio en Barcelona, el equipo local pisó la cancha con una mentalidad positiva y a todo gas. Con cinco jugadores capaces de hacer todo en la cancha, los locales castigaban de muchas maneras la defensa lenta del Barcelona; mediante numerosas rupturas que aparecían como resultad del juego de aclarado de sus bases, y también gracias a un buen pick-and-roll con botes rápidos por parte de Victor Claver y Anthony Randolph. Ambos forzaban a la defensa del Barcelona a enviar ayudas en el interior, permitiéndoles a los de Bartzokas pasar el esférico al perímetro para unos tiros abiertos y tempranos.
Cuando resultaba difícil hacer el tiro abierto debido a que los azulgranas desviaban el primer pase, los rusos recurrían a unos pases adicionales, dando espacio ideal para unos tiros en buenas condiciones desde el perímetro. Malcolm Delaney, muy agresivo, tratando de abrir la defensa sin perder tiempo y frenar los ataques, era otra vez increíble. La táctica del cuarto asalto del Lokomotiv de atacar al pívot del Barcelona, Ante Tomic, también fue implementada en el quinto partido, con Randolph liderando los esfuerzos, pero todas las pantallas del equipo fueron puestas por el jugador que el pívot croata marcaba.
El ritmo del Lokomotiv fue increíble durante toda la primera mitad, ya que intentaba correr la cancha en cada ocasión. La diferencia de 11 puntos fue quizás pequeña, tomando en cuenta la imagen de los dos contrincantes en los primeros 20 minutos. El equipo local rindió por debajo de lo suficiente en defensa de transición y no hizo un buen uso de las faltas que tenía a su disposición, especialmente en el primer cuarto, encajando algunos puntos fáciles. Pero la diferencia la hizo el ataque, con el Lokomotiv lanzando con más de 50% tanto en tiros de campo y como en tiples, mientras que repartió 11 asistencias y sólo cometió dos pérdidas del balón.
En el tercer cuarto, el juego ha cambiado debido a la defensa zona-individual del Barcelona. A diferencia de una defensa en zona tradicional, en este tipo de defensa los jugadores, además de marcar espacio, al mismo tiempo juegan una defensa individual. No obstante, esa defensa no era muy móvil. El equipo local empezó a perder la concentración y sólo metiendo tres tiros contra los 19 de la primera mitad. Con Juan Carlos Navarro y Stratos Perperoglou proporcionando soluciones, el Barcelona dio la vuelta al partido, con un parcial de 8-23 para colocarse arriba con 5 (59-64). En el último cuarto, el Barcelona, por una razón desconocida, abandonó la defensa que le había ayudado a meterse de nuevo en el juego, y así el Lokomotiv lo castigó con su forma favorita: atacando a Tomic, que ahora también tenía que afrontar la fatiga.
Chris Singleton se aprovechó de esa táctica particular, disparando tanto desde el exterior como en el interior. Con sus propios 11 puntos y un parcial de 14-0, el Lokomotiv recuperó la ventaja. Incluso cuando el entrenador del Barcelona, Xavier Pascual, volvió a la zona, un francotirador como lo es Matt Janning no tenía problemas para rematar el partido con 5 puntos consecutivos. La defensa del equipo local se apretó muchísimo, neutralizando a todos los bases del Barcelona, mientras que Singleton ocupó de Tomic en defensa y sin ninguna ayuda adicional. El Lokomotiv sólo encajó 5 puntos en los últimos 10 minutos y ganándose merecidamente una plaza en la Final a Cuatro en Berlín.