Por Antonis Stroggylakis/ info@eurohoops.net
El vigente campeón de la Euroliga ha vuelto a demostrar que sigue siendo equipo a batir. El CSKA Moscú despachó al Olympiacos en el Pireo jugando un baloncesto altamente concentrado en ambos extremos para ganar por 81 a 75.
Se puede decir que el equipo ruso hizo la mayor parte del trabajo en la primera mitad cuando llegó a ganar por 16 puntos antes de marcharse a los vestuarios. Esa desventaja resultó ser insuperable para el Olympiacos, teniendo en cuenta los problemas de los rojiblancos, sobre todo en ataque. Un intento de meterse al partido en los últimos minutos resultó ser inútil ya que el conjunto ruso supo responder.
Nando De Colo una vez más encabezó los esfuerzos de su equipo terminando el partido con 23 puntos y 9 rebotes, mientras que Aaron Jackson añadió 15, la mayoría de ellos en el primer período más 5 asistencias. Kyle Hines era omnipresente con 13 puntos.
Un valiente Giorgos Printezis encestó 26 puntos para el Olympiacos, mientras que el capitán Vassilis Spanoulis añadió 14 y Khem Birch 10.
El CSKA comenzó el partido sacando máximo provecho de sus menores oportunidades de tiro, con un Aaron Jackson enchufadísimo con 3/3 triples en menos de tres minutos. El contragolpe del Olympiacos llegó a manos de un sorprendente Giorgos Príntezis que terminó el primer cuarto con 13 puntos, ayudando a su equipo a permanecer cerca – 21-25.
A principios del segundo cuarto el partido se hizo mucho más físico lo que evidentemente afectó la productividad de ambos equipos. Pero el CSKA lograba encontrar el camino hacia la canasta, de una manera u otra, mientras que los locales se esforzaban para hacer cualquier tiro, lo que se tradujo en una sequía anotadora de cinco minutos. Los de Itoudis se aprovecharon de eso para crear una diferencia de 16 (28 – 44) antes del descanso.
La actividad de Spanoulis a comienzos de la segunda mitad impulsó a sus compañeros a ser más eficientes en la parte ofensiva, pero el CSKA mantenía una ventaja de dobles dígitos. Cada vez que el Olympiacos trataba de acercarse, los rusos siempre encontraban una respuesta, ya fuera a través de su defensa física que leía muy bien las jugadas o al encontrar la opción ideal en ataque para tomar su mayor ventaja en el partido, 49-66, poco antes del final del tercer período.
Los helenos tardaron mucho antes de recortar distancias, subiendo el marcador por debajo de los diez puntos para tratar de remontar el partido. Giorgos Príntezis encabezó otro intento clásico de regreso para su equipo, que puso el marcador a 71-75 en los últimos minutos, pero la pérdida de rebotes clave y unas defensas pobres no dejaron que el Olympiacos saliera victorioso de este duelo.