Exclusivamente durante los días de la Final Four Theodoros Papaloukas escribirá tres post en el blog de la Euroliga y The Insider, que se aloja en el Eurohoops. La leyenda griega de la Euroliga es el embajador y la cara de la organización en esta Final Four. Comparte sus sentimientos y su enfoque acerca de las dos grandes semifinales.
Todo el mundo recordará sobre todo la primera semifinal, porque siempre persisten en nuestra memoria los partidos que se deciden al final y los que provocan las mayores emociones. El CSKA era mejor durante 37 minutos, y sin encontrar nunca su mejor ritmo, tenían el control e iban delante en el marcador. Se aprovechaba de su altura y las cualidades atléticas de sus jugadores, poniendo énfasis en la defensa y parecía que tuvieron el partido en sus manos y al final pudiesen ganar.
En ese momento, cuando el reloj empezó su cuenta atrás y a ponerles presión, surgió el Olympiacos de las finales entre cuatro anteriores. Cuando alguien lo hace repetidamente ya no se considera una coincidencia y se convierte en un valor aún mayor. Príntezis hizo un partido muy completo en todos los sentidos. El rendimiento de Giorgos en defensa, ataque y rebotes era una indicación de que la determinación y el compromiso del Olympiacos estaban a tope. Papapetrou era impresionante en su primera final entre cuatro. El chico demostró que tiene clase y que no sólo no vacilaba, sino también jugó a Kirilenko hacia arriba ganando en muchos casos los duelos contra él.
Estos chicos junto con Sloukas, que era clave de la remontada, dieron al Olympiacos el derecho de seguir con vida. Al final apareció, ¿quién más? -Spanoulis. No hay muchos jugadores que pueden terminar un gran partido de tal manera estando lejos de su ritmo durante la parte anterior. El sentenció el partido. Hizo exactamente lo que lleva haciendo todos estos años. Fue una vez más líder. Todos estos últimos años vasilis ha sido el más grande, el maestro absoluto en el baloncesto europeo.
En términos de baloncesto hay cosas que se pueden decir pero en situacione de últimos instantes el papel más importante lo juegan el carácter y el espíritu. El Olympiacos cortó su quinteto, el CSKA no podía ajustar, trató de ganar basándose en muchos desajustes defensivos, pero no le salió. La psicología y la situación cambiaron abruptamente y antes de que pudieran manejarla acabó el partido.
En la otra semifinal, creo el segundo cuarto fue decisivo. El Real jugo un baloncesto increíble, tenía un ritmo impresionante, era preciso sin dejar ningunas posibilidades al Fenerbahce. Cuando juegas en casa, tienes una ventaja de 20 puntos y tienes más experiencia, es difícil para cualquier equipo dar la vuelta al partido. La experiencia de Final Four es para todos los equipos – clubes el principal caudal para llegar a ganar en algún momento el trofeo. El Fenerbahce tiene que cimentar su futuro en la temporada que tuvo y apoyarse en sus elecciones. No le falta nada para poder tener un papel de liderazgo en los próximos años.
Ahora todos estamos esperando la final. El Real tiene un talento ofensivo multifacético, la ventaja de campo, la gran hambre de ganar la Euroliga delante de su público después de tantos años. Mi opinión sobre este partido es clara. Si el equipo de Laso encuentra su ritmo, se siente cómodo y es capaz de jugar su baloncesto basado en el instinto, tendrá ventaja.
Pero si el Olympiacos puede controlar a los blancos, desconcentrarles y hacerles pensar, entonces el instinto irá al segundo plano y la situación cambiará. En este caso creo que el Olympiacos realmente tendrá muchas posibilidades de volver a ganar el trofeo.
# F4Glory!