Por Alex Molina / info@eurohoops.net
Tras un verano muy movido a nivel de entradas y salidas, seguramente todos los fans del Iberostar Tenerife hubieran firmado encarar la cuesta de enero con su equipo en tan buena posición, tanto en Europa como en la liga española.
Hasta 15 fichajes, el último de ellos el de Aaron White, han sido los que ha realizado el club insular desde que terminó la temporada pasada, buscando dar un salto cualitativo que finalmente ha llegado: primeros de su grupo en la BCL con el mejor registro de la competición y cabezas de serie para la Copa del Rey de la ACB.
Los inicios en la competición doméstica no fueron los mejores, con dos derrotas en los tres primeros partidos, situación más o menos previsible debido al gran número de nuevas incorporaciones en el equipo. Sin embargo, en esos primeros encuentros se veía que había talento para hacer grandes cosas en la temporada 2019-2020.
Desde el inicio de la temporada, el nombre de Giorgi Shermadini sobresalió por encima del resto. Era el fichaje estrella del proyecto dirigido por Txus Vidorreta, el doble campeón de la Euroliga llegó a Tenerife tras jugar dos años en Málaga, en los que a pesar de no hacer malas temporadas no terminó de explotar.
Los números del pívot georgiano de esta temporada en BCL hablan por sí solos: 15.1 puntos, 5.9 rebotes y 1.6 asistencias por partido, con unos grandes porcentajes de tiro (61.4% en tiros de 2 y 85.7% en tiros libres). Semejantes estadísticas tienen su consecuencia en el papel de su equipo, que en estos momentos marcha primero de su grupo con un balance de 9-2, el mejor de la competición.
En la liga ACB, los números de Shermadini son mejores todavía, con 18.2 puntos, 6.8 rebotes y 1.5 asistencias por partido para una media de 24.1 créditos de valoración. Solamente Mirotic le aguanta el ritmo en la carrera por el MVP, y eso dice mucho del estratosférico nivel del ortodoxo pívot de 217 centímetros de altura. En esta competición, el Tenerife tiene en estos momentos un balance de 11-6, con el que se ha asegurado ser cabeza de serie en la próxima Copa del Rey enfrentándose en cuartos de final al Morabanc Andorra.
Shermadini ha encontrado en otra nueva incorporación del Tenerife su mejor pareja de baile en las pistas de baloncesto. Marcelinho Huertas, que este año cumplirá 37 años, parece estar viviendo una segunda juventud en la isla española, y buena parte de las 8 asistencias por partido que reparte el base brasileño van a parar a las manos del georgiano.
Y es que una de las peculiaridades de este jugador es que se trata de uno de los pocos pívots que quedan a la vieja usanza. De espaldas a canasta, fintas de tiro, juego de pies, pick and roll… Nada de triples e intentando hacerlo todo lo más fácil posible. En un baloncesto cada vez más centrado en abrir el juego y los triples, con casi todos los jugadores siendo una amenaza exterior, es raro ver un jugador tan old school como Shermadini, pero los números demuestran que esta forma de jugar es la mejor tanto para el jugador como para su equipo.
Foto: Basketball Champions League