Por Alex Molina / info@eurohoops.net
A pesar de tener sólo 22 años, esta es la quinta temporada de Santi Yusta en la élite del baloncesto formando parte de la rotación habitual del primer equipo. Formado en las categorías del Real Madrid, llegó a debutar con el primer equipo a los 17 años, pero sus primeros pasos en la ACB como jugador de plenos derechos fueron con el Obradoiro, equipo en que jugó cedido por el Real Madrid las temporadas 2015/2016 y 2016/2017. Una vez terminada la cesión al club gallego volvería al Madrid, dos temporadas en las que tuvo muy poco protagonismo, situación que este pasado verano lo llevaría al Iberostar Tenerife.
En el club insular ha encontrado la regularidad y protagonismo que le faltó en sus anteriores equipos, y tras un comienzo de temporada un tanto dubitativo, el jugador estaba teniendo en este 2020 sus mejores partidos como profesional.
Un 2020 de ensueño
El 11 de enero, Yusta conseguía su tope de anotación y valoración en un partido de ACB: 27 puntos y 28 créditos de valoración en la importante victoria de Tenerife en Zaragoza por 99-111.
El 4 de febrero sería el día en que Yusta conseguiría su mejor actuación en un partido de la Basketball Champions League, tras conseguir también en el mismo partido sus mejores registros en puntos y valoración. En la derrota ante Brose Bamberg, Yusta consiguió 18 puntos y 21 de valoración, logrando así sus mejores registros en la competición.
Tres días después, el 7 de febrero, llegó el mejor partido en la carrera profesional de Yusta. En las semifinales de la Intercontinental Cup celebrada en Tenerife ante Rio Grande Vipers, Yusta consiguió 31 puntos y 7 rebotes para 42 de valoración, sus máximos históricos en un partido de baloncesto profesional.
La llamada de la selección
No es de extrañar que con estas actuaciones y en este estado de forma, Yusta fuera uno de los elegidos por Scariolo para jugar los partidos de clasificación para el Eurobasket 2021.
Tras anotar 6 puntos en la victoria de España en Rumanía por 71-84, llegaría el fatídico partido ante Polonia, en el que Yusta se lesionaba la rodilla en una penetración a canasta, una acción que terminaría con la temporada del alero madrileño justo en su mejor momento como jugador de baloncesto.