Antigoni Zachari / info@eurohoops.net
El Hereda San Pablo Burgos llegará a Atenas a finales de este mes para luchar por la corona de la Basketball Champions League con Joan Peñarroya al frente. La sorpresa de la burbuja de la Liga Endesa ha alcanzado los los cuartos de final de la BCL en su primera experiencia en la competición. Todo ello, tras la llegada de Peñarroya al banquillo.
El técnico se hizo cargo del equipo en el verano de 2019 y, bajo su liderazgo, los castellanos han alcanzado un éxito hasta ahora desconocido para el club. El Club Baloncesto Miraflores ha sido el último beneficiado del “efecto Peñarroya”, que se remonta atrás en el tiempo más de una década.
El éxito de un país
A sus 51 años, Peñarroya cuenta ya con más de una década de experiencia en la ACB. Su etapa más larga la pasó en el MoraBanc Andorra (2010-2018), equipo al que llevó de la LEB Plata a establecerse en la Liga Endesa. El técnico consiguió ganar la LEB Oro en la temporada 2013-14, para hacerse con una plaza en la máxima división al año siguiente. Andorra terminó en la 14ª posición en sus dos primeras temporadas, hasta que durante campaña 2016-17 alcanzó a los cuartos de final de la Copa del Rey, algo que el club no lograba desde 1995.
Peñarroya eventualmente llevaría al Andorra a su primera participación en la EuroCup en 2017, donde el club superó la temporada regular antes de despedirse del club para zarpar hacia una nueva aventura.
Manresa y el despegue en Burgos
El Hereda San Pablo Burgos se cruzó en su camino tras una temporada en el BAXI Manresa, donde entrenó durante la temporada 2018-19, en el regreso del club a la ACB. Peñarroya firmó recientemente renovación con el Burgos hasta la temporada 2020-21, con la esperanza de brindar suficiente continuidad al club para permanecer en la élite del baloncesto español.
Tras el éxito de la temporada 2019-20, el caché de Peñarroya creció en el mercado, ya que se le relacionó con clubes europeos de primer nivel como el Barça, Gran Canaria, Estrella Roja, Partizan o Zalgiris Kaunas. Pese a estas tentadoras ofertas, el entrenador de moda terminaría apostando por una ampliación de contrato con el Burgos.
“Estoy contento de que los clubes se fijen en mi. Es cierto que ha habido opciones para irme, peor no las escogí. No es el momento. Tengo contrato con Burgos y aunque me podía salir he decidido quedarme. Vine a Burgos con el propósito de crecer con el club y ese sigue siendo mi deseo”, afirmó en una entrevista al Diario de Burgos a principios de este verano.
El director deportivo del equipo, Albano Martínez, mostró su confianza a Peñarroya en la planificación del equipo para la próxima temporada, y esto dio lugar a muchas caras nuevas. Las incorporaciones de Alex Renfroe, Omar Cook, Dejan Kravic o Xavi Rabaseda, además de las renovaciones de los pilares del equipo como Thad McFadden o Jasiel Rivero, configuraron una plantilla que aumenta las expectativas. Como admitió Peñarroya en una entrevista reciente, el mayor reto será la química.
El desafío de la Basketball Champions League
Peñarroya tuvo todas las miradas puestas durante la Fase Final de la Liga Endesa en junio, cuando Burgos se adentró en territorios inexplorados: el club alcanzó las semifinales ACB de la temporada, por primera vez en su historia. Tuvo que llegar un equipo repleto de estrellas como el Barça para poner punto y final a su temporada, pero con un desenlace muy positivo.
Además de la ACB, Peñarroya ha moldeado a su equipo de tal manera que también es un oponente muy duro en la BCL. El Burgos terminó tercero en la fase de grupos, detrás de Hapoel Jerusalem y AEK con un récord de 8-6. Su exitosa campaña continuó en los octavos de final, donde eliminaron al Dinamo Sassari para avanzar a los cuartos de final pese a tener el factor cancha en contra.
Precisamente, la historia ahora se repetirá en Atenas, ya que se enfrentarán al Hapoel Jerusalem, uno de los equipos con mayor potencial económico. Se midieron dos veces durante la fase de grupos, llevándose una victoria cada uno en partidos de gran ritmo anotador. El impacto de Peñarroya en el estilo ofensivo del equipo fue probablemente la parte que faltaba para competir cara a cara con equipos que aman su juego ofensivo. De hecho, los burgaleses ostentan actualmente el cuarto mejor bagaje de la BCL en puntos (86,4) y rebotes totales (39,1), aunque deberán enfrentarse al mejor equipo ofensivo de la competición en cuartos de final.
Todo bajo la guía de Peñarroya, conocido por ser capaz de plantar cara a cualquier rival, como dejó claro tras caer ante el Barça en semifinales: “Esto es baloncesto. Juegan cinco contra cinco. No juegan ni euros ni dólares ni jerarquías, y ésa ha sido nuestra intención todos el año”.