Alex Madrid / info@eurohoops.net
Ya habían hecho historia llegando a la primera final continental de su historia. Pero una medalla de plata no era suficiente.
Conquistar Atenas significaba hacer historia en Europa, convertirse en el único campeón del Viejo Continente en este 2020. El Hereda San Pablo Burgos no dejó pasar la oportunidad: entró por las puertas del Olimpo a lo grande (85-74 en la gran final).
El AEK, anfitrión del torneo, nos privó de una final española jugando una semifinal increíble, en la que llegó a dar miedo. Y, por un momento, temimos que los burgaleses pagaran la novatada. Pero la exhibición desde el triple (17 de 34 en lanzamientos exteriores) fue clave para el mayor éxito deportivo de la historia de la ciudad de Burgos.
El equipo griego, plagado de viejas leyendas del baloncesto europeo (Keith Langford, Tyrese Rice, Nikos Zisis, Marcus Slaughter, Jonas Maciulis o Matt Lojeski) aspiraba a conquistar su segundo título de la BCL. Con tanta experiencia, supo dominar el inicio del partido (14-24).
Gracias al acierto exterior, lograron meterse en el partido y, a partir de entonces, fueron intocables. Omar Cook (15 puntos, 4 asistencias), con tres triples nada más empezar el segundo cuarto, comenzó el festín. Thad McFadden, el MVP de la final, se sumó a la fiesta y el equipo burgalés cerró la primera mitad con ventaja (49-36) gracias a un parcial de 35-12.
A partir de ese momento, no miraron atrás, mejoraron en defensa para hacer historia.
Foto: BCL