Por Alex Molina / info@eurohoops.net
El Unicaja de Málaga ha terminado cayendo de forma trágica y cruel ante el Prometey por 70-69, con la que los andaluces han sumado la segunda derrota en el Top 16 de la Basketball Champions League. No era el mejor momento para enfrentarse al conjunto ucraniano (no por la inestable situación geopolítica del país) sino por los propios problemas de los malagueños, que pasa por un momento más que delicado tanto dentro como fuera de la pista.
En el primer partido tras la salida de Katsikaris, los problemas para los hombres hoy entrenados por Ángel Sánchez-Cañete han sido los de siempre. Desconexiones en defensa que suponían duros parciales, problemas en la zona ante la falta de un pívot potente, tiros liberados desde el triple… Era poco probable que las cosas cambiasen de un día para otro, pero el equipo ha reaccionado cuando más importaba contra un equipo que debutaba en el Top 16.
Una gran salida del último cuarto, con un parcial de 2-13, le ha dado al Unicaja lo que no había logrado hasta el momento: ir por delante en el marcador. Las alegrías han durado poco, ya que D’Angelo Harrison, que recordó a Stephen Curry con sus triples de nueve metros, ha sido una pesadilla, pero el héroe del conjunto ucraniano ha sido otro.
Un 3+1 de Chris Dowe (que como Harrison ha terminado con 19 puntos) a falta de ocho segundos ha terminado siendo definitivo para el marcador final, ya que el triple casi a la desesperada de Carlos Suárez no ha entrado. La última jugada era para Darío Brizuela, que con sus 24 épicos puntos (ha jugado renqueante durante gran parte del partido) lo ha intentado todo, pero no ha servido de nada.